Deserta el embajador sirio en Bagdad por «las masacres»

El embajador sirio en Bagdad, Nauaf al Fares, anunció hoy su deserción del régimen de Bachar al Asad después de "las terribles masacres" cometidas, en la primera defección de un diplomático desde el inicio de la revolución en marzo de 2011. En un vídeo difundido por la televisión catarí Al Yazira, Al Fares aseguró que se une a la revolución e instó a los militares que hagan lo mismo para luchar contra "el régimen criminal que asesina al pueblo".

"Anuncio mi renuncia a mi puesto de embajador de la República Árabe Siria en Irak y mi retirada del partido (gubernamental) Baaz y pido al Ejército que siga mi ejemplo ya que el régimen lo usa como una herramienta de represión", afirmó. Al Fares agregó que el deber de las Fuerzas Armadas "es defender a la patria de la agresión externa y no tratar a su pueblo como su enemigo".

"¿Dónde está el honor en matar al pueblo? La fidelidad es con el pueblo y no con el dictador que asesina al pueblo", dijo el embajador, que pidió a los soldados que "dirijan sus armas contra los que matan al pueblo". Asimismo, instó que todos los estratos del pueblo sirio se unan para proteger a Siria y así no permitir que el régimen siembre la "fitna" (tensión confesional).

Una salida especulaba

Desde hace horas se especulaba con la deserción de Al Fares, pero las autoridades iraquíes dijeron que "no tenían conocimiento de este caso". Consultado por Efe, el dirigente del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal órgano de la oposición en el exilio, Ahmed Ramadán afirmó que Bagdad estaba ocultando la deserción. Por ello, instó a las autoridades iraquíes a proteger al embajador y garantizar su salida de Irak, al tiempo que adelantó que el CNS está dispuesto a prestar ayuda a Al Fares.

Al Fares es nativo de la provincia de Deir al Zur, uno de los principales focos de la rebelión contra el régimen, y en 2008 se convirtió en el primer embajador sirio en Bagdad después de tres décadas. Este anuncio se produce seis días después de que se conociera la deserción del general sirio Manaf Mustafa Tlas, comandante de una brigada de la Guardia Republicana y próximo a la familia Al Asad.