CRISIS DEL SECTOR FINANCIERA

Bruselas adelanta 30.000 millones del rescate a la banca

Los ministros de la Eurozona logran un acuerdo político sobre la ayuda a las entidades españolas | Juncker adelanta que el plazo para devolver el préstamo será de hasta quince años

CORRESPONSAL EN BRUSELAS Actualizado: Guardar
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El Eurogrupo movilizará antes de final de mes 30.000 millones para apoyar a la banca española. El dinero servirá para apuntalar a las entidades más castigadas por el impacto del ladrillo en caso de urgencia. Los socios han aprobado el desembolso bien entrada la madrugada en el marco de su acuerdo global para rescatar al sector financiero. Pese al colchón de emergencia creado por el club de la moneda única, las primeras recapitalizaciones no se esperan hasta el otoño. En la cumbre celebrada en Bruselas, España también ha logrado un balón de oxígeno en su lucha contra el déficit. El Gobierno ha obtenido una prórroga de un año -hasta 2014- para situar su desfase presupuestario por debajo del 3%. Dos acuerdos sobre los que De Guindos se ha limitado a calificar como "buenos" sin dar más detalles.

El presidente del Eurogrupo, Jean Claude-Juncker, ha confirmado tras casi ocho horas de reunión que se había alcanzado un “acuerdo político” sobre el rescate bancario español. Este pacto incluye como primera medida una inyección de 30.000 millones antes de final de mes. La cantidad no se transferirá a ninguna entidad, sino que servirá como barrera de seguridad en caso de “contengencia”. El proceso de recapitalizaciones, que tiene un tope de 100.000 millones, no arrancará hasta el otoño. Para entonces, el club de la moneda única espera que hayan finalizado los exámenes en profundidad que determinarán las necesidades de cada banco.

Juncker, que en la reunión ha sido reelegido como presidente del Eurogrupo de manera temporal, ha detallado algunas condiciones de los préstamos. España deberá devolver el dinero a un plazo medio de 12,5 años, aunque algunos créditos podrían extenderse hasta los 15 ejercicios. Todavía se desconocen los intereses, pero se daba por hecho que se situarán entre el 3% y el 4%. El mandatario europeo también ha desgranado algunas de las exigencias recogidas en el memorando de entendimiento, el contrato que regula el rescate al completo. Los bancos que reciban ayudas públicas deberán garantizar su viabilidad con estrictos planes de reestructuración, un requisito aplicado a todas las entidades que han recido inyecciones en la UE a lo largo de esta crisis.

El memorando de entendimiento contempla, además, condiciones para todo el sector para garantizar un saneamiento integral. Finalmente, estas exigencias no serán universales, sino que se fragmentarán en función de la salud de las entidades. Es decir, las firmas nacionalizadas soportarán una supervisión mucho más estrecha que las que puedan reforzar su capital sin ayudas públicas. Tras el acuerdo alcanzado, ahora los distintos países tendrán que llevarlo a sus parlamentos para ratificarlo. En principio, se espera que el salvavidas se cierre en una nueva cumbre el día 20.

Respetar los compromisos

El rescate no contempla ajustes presupuestarios, pero el comisario de Economía, Olli Rehn, ha advertido de que España deberá respetar “plenamente” los compromisos asumidos dentro del Pacto de Estabilidad. Esta normativa obliga a volcarse en la reducción del déficit, una cuestión que también se ha abordado en la cumbre. Conscientes de la dureza de la recesión que atraviesa el país, los socios han aprobado otorgarle un año más al Gobierno para equilibrar los desfases en el gasto. A cambio, el Ejecutivo tendrá que poner en marcha nuevos recortes que se harán públicos en los próximos días. “Es esencial que se tomen las medidas de consolidación fiscal necesarias para cumplir los objetivos”, ha proclamado Rehn.

Los 17 ministros de Finanzas también han dedicado parte de su cita a perfilar las futuras recapitalizaciones directas de la banca, el mecanismo que permitirá a España eliminar de sus cuentas públicas el impacto del rescate. Tras una importante controversia a lo largo de la semana pasada, los socios se han comprometido a tener listo antes de final de año el supervisor bancario común, la condición impuesta por Alemania y otras capitales para autorizar las inyecciones sin pasar por los estados. Además, ha quedado claro que en este futuro escenario España no tendrá que garantizar los préstamos, lo que provocará que todos los socios compartan los riesgos de las recapitalizaciones.