El Sky recuerda al Us Postal

A diferencia de lo sucedido hace un año, cuando Alberto Contador y Andy Schleck conseguían ponerle nervioso a Cadel Evans, lo que hemos visto hacer al equipo Sky en la Planche des Belles Filles nos hace meternos de lleno en el túnel del tiempo.

Tenemos que trasladarnos muchos años atrás, a la época en la que el equipo US Postal, con Lance Armstrong, se convertía en un rodillo en la carretera. Podemos utilizar para explicarlo lo que se ha visto en la carretera, o los números. Las dos opciones son válidas y nos llevan a la misma conclusión.

Sky colocó a cuatro corredores entre los catorce primeros, Froome, Wiggins, el nuevo líder, Porte y Rogers. Tres de ellos están entre los diez mejores de la general. Pero no solo es eso.

Lo que más llama la atención es el dominio aplastante que ejercieron durante la etapa, el ritmo que pusieron en la ascensión a La Planche des Belles Filles. A dos kilómetros de la llegada les quedaban tres corredores delante.

Cadel Evans fue valiente al atacar. Sacó dos segundos a Wiggins. Froome le pasó por encima. Habrá que ver hasta donde son capaces de llegar los Sky, el tiempo que van a pode mantener el ritmo que exhibieron. La táctica que emplearon tiene un nombre muy sencillo: ‘aplicar el rodillo’.

Se pone ritmo y el grupo principal va perdiendo corredores. Hubo dos ciclistas que no tuvieron ni la oportunidad de disputar la etapa.

Uno fue el belga Jurgen Van den Broeck, que a diez kilómetros del final sufrió un pinchazo. Luego le tocaría a Valverde, que a ocho kilómetros de la meta también pinchó. Su compañero Karpets le tuvo que dejar la rueda delantera.

Sin ellos en el grupo de favoritos, entre Michael Rogers y Richie Porte se encargaron de poner en marcha un ventilador que iba soltando corredores por la carretera. Samuel Sánchez cedió cuando faltaban cinco kilómetros para la meta. Perdió 1:31.

El mismo camino seguirían Basso, Frank Schleck , Menchov y Kloden. Vincenzo Nibali es el único que aguantó con los dos ingleses y con Cadel Evans. El estonio Taaramae fue la gran sorpresa, junto a Haimar Zubeldia, que cuando hay montaña siempre está delante.

No le gusta el papel de líder. A los 35 años, con una profesionalidad espartana, responsable, que conoce muy bien dónde y cómo se mueve el ciclismo, sabe también hasta donde puede llegar.

Se ha convertido en el líder de su equipo. Kloden se dejó 2:19. La contrarreloj del lunes sí que resultará más contundente, con Wiggins, Evans, Nibali, Menchov y Haimar Zubeldia en busca de unos tiempos que pueden dejar la carrera bloqueada. Sky convirtió el Tour en un campo de trabajo, una mina a cielo abierto en la que el sufrimiento fue la nota dominante.

Un dúo de ganadores

Dicen que Wiggins ha hecho este año entrenando 100.000 metros de desnivel. Lleva ganando carreras desde el mes de marzo y ahí sigue. El problema no es hacer esos entrenamientos. La clave es conseguir recuperarse de esos esfuerzos y Sky parece que lo ha conseguido. Wiggins no daba la impresión al término de la etapa de estar agotado.

Los doscientos últimos metros de la llegada a la Planche des Belles Filles tienen unos porcentajes que se sitúan en el 20%. En esa agonía es donde Froome dejó clavado a Cadel Evans y a Nibali.

La historia de esta llegada se pierde en los lejanos tiempos de 1635 en plena guerra de los Treinta Años (1618-1648), cuando los mercenarios suecos habían matado a todos los hombres de los valles de la Savoureuse y Rahin. Persiguieron a las mujeres de toda la región.

Viendo el peligro que se les venía encima y ante la crueldad de los mercenarios prefirieron ahogarse en las aguas del lago antes que pasar por las penalidades que les esperaban.

Sólo una joven logró escapar y contar la historia de estas muertes que da lugar al sitio en el que finalizó la etapa del Tour. Ese es el pasado. El futuro parece llamarse Bradley Wiggins, que es el primero corredor británico que ha conseguido ser líder en Vuelta, Giro y Tour.

Desde el año 2000 un corredor británico, David Millar, no se colocaba de amarillo en el Tour. La reconversión de Wiggins resulta espectacular. Con quince kilos menos de peso que cuando logró el oro olímpico en Pekín, el dúo que forma con Froome resulta llamativo.

Froome sigue haciendo historia. Fue el primer corredor nacido en Kenia que corrió el Tour, en 2007. El año pasado, en Salamanca, se convirtió en el primer africano que era líder en una de las tres grandes También ha sido el primer keniano que ha ganado una etapa del Tour.

Se considera inglés: «Tengo pasaporte británico. Me crié en Kenia, pero pasé mi adolescencia en Sudáfrica. Allí fue donde comencé a andar en bicicleta».

Conocido como el ‘keniano blanco’, nació en Nairobi. Era de familia rica y tenía bicicleta, una mountain-bike. Corrió con el Barloworld sudafricano en el Tour de 2007, donde trabajó para Mauricio Soler, que ganó la montaña de la prueba. Anda bien tanto en montaña como en contrarreloj. El Tour repite lo que vimos en la Vuelta, pero mejorado.

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