luto en el mundo del fútbol

Miles de aficionados lloran a Preciado en El Molinón

La familia rojiblanca se unió para dar el último adiós al técnico cántabro, que ha dejado una huella imborrable

GIJÓN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Manuel Preciado ha dejado una huella imborrable en el corazón de la afición sportinguista. Una hinchada que ayer se mostró dolida, con rostros desencajados en los que las lágrimas aparecían con enorme facilidad cada vez que la imagen del técnico regresaba a la mente de los seguidores. Momentos inolvidables que tocaban la fibra más sensible de la familia sportinguista, que ayer no encontraba consuelo posible tras el doloroso fallecimiento del cántabro. La afición se mostró unida. Fueron unas 5.000 personas las que acudieron a la convocatoria para despedirse de un sportinguista más, uno de los suyos, con una concentración que tuvo lugar a las 20 horas en la puerta cero del Estadio de El Molinón. Allí se vivieron momentos cargados de emoción, con un duelo y un tributo que quedará guardado en la memoria de los sportinguistas.

Desde primera hora de la mañana, tras conocerse la trágica noticia, varios aficionados comenzaron a llegar al campo gijonés para hacer de él un santuario improvisado en el que compartieron su dolor unidos, como una gran familia. Banderas rojiblancas, bufandas con crespones negros, pancartas de recuerdo hacia el técnico, multitud de mensajes: ‘Siempre Preciado’, ‘Gracias por esos momentos inolvidables, te queremos’, ‘Eterno’, ‘Ayer, hoy y siempre’ y ‘La vida te trató injustamente, el cielo te tratará como un ángel. Nunca dejarás de estar con nosotros’ fueron algunos de ellos, visibles en el creciente mausoleo en el que se convirtió el estadio. Todo ello acompañado de ramos de flores, coronas y velas que apenas lograban iluminar tenuemente la pena que encogía los corazones rojiblancos.

Con el paso de las minutos y la cercanía de la hora acordada en las redes sociales por los aficionados, la gente se acercaba al punto de encuentro cabizbaja para compartir su dolor. «Preciado era un símbolo. Se ha ido una parte de todos nosotros, pero seguro que a partir de hoy nos echará una mano desde el cielo», comentaba Joaquín Martínez, uno de los que depositaron uno de los numerosos ramos de flores.

Los rayos del sol iluminaban a los presentes, que inundaron los aledaños del estadio en medio de un respetuoso silencio. Fue entonces cuando el grupo Ultra Boys hizo su aparición entre los aplausos del público. Las banderas ondeaban al viento mientras los corazones se encogían en un acto emotivo y sentido. Uno de los momentos más sensibles llegó con el cántico que rinde homenaje al técnico. ‘Lolololololololo Manolo Preciado, lolololololololo Manolo Preciado’ volvió a retumbar en El Molinón desde las gargantas medio cortadas por la emoción y ensalzadas por la rabia contenida de las últimas horas.

Quini, la imagen del Sporting

El reloj marcaba las 20 horas, era el momento de guardar silencio. La lluvia apareció en ese preciso instante. El cielo también lloraba sobre una ciudad consternada. Cuatro minutos después, Enrique Castro ‘Quini’ hacía su aparición entre la multitud junto a Manfredo Álvarez y Alejo Caso. ‘El Brujo’ se llevó un atronador recibimiento mientras depositaba un ramo de flores junto a una camiseta con el nombre del técnico de Astillero. Su rostro no podía ocultar la tristeza y minutos más tardes abandonaba el lugar visiblemente afectado.

Entre los seguidores se pudieron ver caras conocidas como la de los futbolistas Jorge y Alejandro García, José Ángel o exjugadores como Redondo, Jiménez, Cundi y Claudio. También se encontraban entre la multitud el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Gijón, Pedro Barbillo, y su antecesor en el cargo, José Ramón Tuero. Nadie quería dejar pasar la oportunidad de mostrar su cariño a Preciado.

No solo en El Molinón se pudo palpar el sentimiento hacia el técnico. Preciado estaba en la boca de una ciudad que quiso mostrar su respeto y agradecimiento a una quien tornó la dinámica en la que se encontraba el Sporting antes de su llegada. Una persona muy querida que se ha quedado para siempre en el corazón de los sportinguistas, de los gijoneses y de los asturianos. Por ello, todos rezaban un sentido ‘Hasta siempre Preciado’.