Arranca la campaña del desempleo y los recortes

A las doce de la noche sonó con relativa fuerza el pistoletazo que daba salida a la campaña electoral. Es algo oficial, porque de forma oficiosa, el fuego cruzado entre los partidos comenzó hace semanas con la tasa de paro y los recortes denunciados desde un lado y otro como principales puntos de batalla. La diferencia es que ahora las críticas y propuestas de Rubalcaba, Rajoy, Rosa Díez, Cayo Lara o cualquiera de los candidatos pueden ir acompañadas de la coletilla “si me dan su voto”. Una labor, la de convencer a la ciudadanía, en la que llevan inmersos ya algún tiempo y que ahora prolongarán hasta el 20 de Noviembre, día en el que millones de españoles acudirán a las urnas.

La campaña, a priori, puede resultar un poco descafeinada. Todos dan por supuesto que Mariano Rajoy tiene al alcance de la mano su plaza en La Moncloa como sustituto de José Luís Rodríguez Zapatero. Con la incertidumbre de saber quién será el ganador casi aplacada, el interés pivota sobre si Alfredo Pérez Rubalcaba será capaz de reanimar la intención de voto del PSOE, que según los diferentes sondeos publicados, se encuentra en niveles famélicos.

El que estuviese al frente de Interior y fuese vicepresidente del Gobierno insiste en denunciar los recortes que harían los populares en caso de llegar a la Moncloa en temas como sanidad y educación para levantar los ánimos de su electorado. “La derecha cuanto más poder, más recorta”, aseguraba en su primer acto de campaña celebrado en Alcalá de Henares y en el que estuvo acompañado, entre otros, por Elena Valenciano y el secretario general de los socialistas madrileños, Tomas Gómez.

Rajoy, por su parte, escogió un sitio inédito para comenzar la campaña. Nunca habían empezado en Cataluña. Lo hizo en Castelldefels, uno de los municipios que en lo que ganó en las anteriores elecciones locales. Allí volvió a asegurar que la suya es la opción para salir a la crisis. Se presentó como “el revulsivo” a la actual coyuntura económica, la cual achaca a la gestión del Ejecutivo de Zapatero, y por ende, a su rival, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La lucha contra el bipartidismo

IU y UPyD realizaron un llamamiento para romper el bipartidismo conformado por socialistas y populares. Cayo Lara, que se enfrenta a sus primeras elecciones generales, culpó a la derecha de la crisis y pidió el apoyo a los “desencantados del no os fallaré de Zapatero”. Todo ello sin olvidarse de los correspondientes guiños al 15-M.

Rosa Díez, que protagonizó una simbólica pegada de carteles en el centro de Madrid, aspira a conseguir grupo parlamentario propio. “Rompamos el eterno empate a cero entre PP y PSOE”, afirmó a la par que aseguraba que la sociedad “quiere política hecha de otra forma”. Aprovechó la cita para criticar los debates que se celebrarán en los que no estarán representados. Estas formaciones, al igual que la debutante Equo, se postulan para recoger los votos de aquellos, que desanimados con las opciones de Rubalcaba o Rajoy, puedan decantarse por ellos.

Los nacionalistas

En Cataluña, Duran i Lleida elevó el tono del discurso que habían mantenido en precampaña. CiU aspira a mantener su influencia en Las Cortes. Desde la coalición nacionalista esperan que la victoria del PP no desemboque en una mayoría absoluta que les deje sin margen de maniobra. ERC, con Bosch al frente, se presentó como “la gente de la República del Sí” e insistió en sus objetivos independentistas.

Josu Erkoreka, candidato del PNV, lanzó un discurso para convencer que los nacionalistas son la garantía para defender los intereses del País Vasco, frente a Amaiur, la nueva marca de la izquierda abertzale, cuya participación en los comicios podría amenazar los resultados del partido de Iñigo Urkullu.

En la misma línea, aunque con matices muy diferentes, se postula el BNG, al que Jorquera definió como “la única alternativa” para representar a Galicia en Madrid frente a PP y PSOE.