Detienen al 'Rambo' de Tineo tras dos meses oculto en el monte

La Guardia Civil ha detenido la pasada noche a Tomás R.V. 'Tomasín', el hermano de Manuel R. V., el hombre que fue encontrado muerto el pasado 3 de septiembre en una cabaña de Tineo. Desde entonces, 'Tomasín' ha permanecido oculto en el monte. No opuso resistencia alguna cuando fue detenido por dos agentes que estaban apostados en una zona del monte.

El cadáver de su hermano había sido encontrado con signos de violencia en las inmediaciones de una cabaña del pueblo de La Llaneza, después de que la familia denunciase su desaparición. Pronto se decidió que el testimonio de su hermano era importante. Y la Guardia Civil comenzó a buscarle. El objetivo era conseguir que declarase lo que sepa sobre lo ocurrido, ya que ni siquiera esta encausado.

Sin embargo, hasta el momento, 'Tomasín' no ha querido decir nada a la Guardia Civil. Los intentos para que haga una declaración han sido infructuosos tras la detención. Lo seguirán intentando, hasta que finalmente lo pongan a disposición del juzgado de Tineo.

En el momento de la detención, aproximadamente a las 22.00 horas del sábado, 'Tomasín', que no tiene mal aspecto, se dirigía precisamente hacia la zona de la cabaña mencionada. Los agentes estaban ocultos en uno de los puntos que habían establecido como posibles lugares de paso.

Tras sus pasos

Para localizarle durante todo este tiempo se han destinado a ocho agentes de la guardia civil. Pronto se desechó la idea de realizar batidas por la zona, al entender que no era operativo. Decidieron optar por la estrategia de apostaderos en diferentes puntos en los que se podía prever que era posible que pasase 'Tomasín', en base a indicios localizados de restos de plásticos o de haber realizado alguna hoguera.

Y es que una de las mayores dificultades era el gran conocimiento del monte de 'Tomasín'. En un lugar que conocía a la perfección como avezado montañero, las condiciones meteorológicas de este año le ayudaban a permanecer oculto. Creció mucho la vegetación por las lluvias caídas este verano, la visibilidad era más reducida y había muchas ramas secas, lo que propiciaba que cualquier ruido fuese percibido por el hermano del fallecido, que conseguía esquivar los puestos.