FÚTBOL | PRIMERA división

Joaquín desarbola al Atlético

Un conservador Valencia esperó dos genialidades del gaditano para consolidarse en ‘Champions’ a costa de un rival en caída libre

MADRID Actualizado: Guardar
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Aunque Emery planteó un partido muy conservador, con tres centrales a los que nunca renunció, el Valencia supo aprovechar los errores y la ansiedad del Atlético para consolidarse en ‘Champions’ a costa de Quique Sánchez Flores, que acabó con la mirada perdida típica del entrenador hundido. A los puntos quizá hubieran merecido incluso ganar los rojiblancos, pero en el fútbol manda la practicidad y los ‘chés’ fueron mucho más listos y estuvieron más atinados en ambas áreas.

No cabe criticar la actitud de los ‘colchoneros’ pero sí sus despistes, su incapacidad para gobernar los partidos por los problemas para generar juego en el centro del campo. Sólo Reyes puso calidad en un equipo que se aleja de Europa a medida que su hinchada piensa sobre todo en conseguir los 42 puntos que garantizan la permanencia. Empezó bien el Atlético, con un gol de Reyes, pero le entraron las dudas cuando Joaquín aprovechó un regalo de Perea para empatar cerca del descanso.

Ante un equipo con poco fútbol pero rocoso, el Atlético pudo volver a adelantarse en la reanudación pero Forlán agudizó su crisis al errar otro penalti. Engañó a Guaita pero estrelló el balón en el palo. La tuvo luego el ‘Kun’ tras una gran acción personal, también pudo marcar Reyes en una volea, pero fue el Valencia el que supo esperar su momento para cerrar el partido en un contragolpe culminado de maravilla por Joaquín, el mejor sobre el campo. Después de seis partidos, Emery al fin ganó a Quique, que pudo poner fin a su ciclo como técnico ‘colchonero’ ante el club donde maduró como futbolista y como entrenador.

Todo se puso a favor de los locales con un tiro cruzado de Reyes, que se aprovechó de un rebote. Pero sus jugadores se fueron distrayendo en protestas a Fernández Borbalán que, condicionado quizá por arbitrajes precedentes en los que el Atlético salió beneficiado ante el Valencia, decidió pitar en plan valiente. No indicó una mano clara de Joaquín, tras disparo de Forlán, ni tampoco una entrada a destiempo de Ricardo Costa sobre el uruguayo cerca de la frontal. Menos mal que no fueron dentro del área porque, de lo contrario, se hubiera montado. Si acertó luego en el penalti de Maduro a Reyes pero se excedió en la postrera expulsión a Godín porque no fue a golpear con el codo a Joaquín. También le reclaman los locales no haber mostrado la segunda amarilla a Maduro. A esas alturas, el choque ya estaba resuelto.

No había hecho méritos el equipo de Emery para marcar, ya que ni siquiera se acercó a los dominios de De Gea en un primer tiempo horrible, pero empató gracias a otro tiro en el pie del colombiano. Centró Jordi Alba, no despejó el central, llegó tarde Godín y Joaquín la empujó. El gaditano comenzaba a ser el héroe de los visitantes, que decidieron volver a guardar la ropa hasta que mataron en una acción aislada muy bien llevada. Magnífico premio y sobredosis de moral de cara al duelo ante el Schalke en ‘Champions’. Y en el Atlético, el único cambio que realmente cambiaría la rutina perdedora, sería el de propietario. Su afición clama contra Gil Marín-Enrique Cerezo. Igual que gritar en el desierto.