El campeón reclama su trono

Es el actual campeón y lo quiere seguir siendo. El Sevilla se clasificó para las semifinales de la Copa a lo grande. Lo hizo con una nueva goleada y es, junto al Barcelona, el equipo más anotador con 24 tantos. Esta vez la víctima fue el Villarreal, quien pensó más en la Liga, donde quiere amarrar la tercera plaza.

El partido ya apuntaba maneras desde que se conocieron los once iniciales. En el Sevilla volvió, con gran ovación como no podía ser de otro modo, Sergio Sánchez tras un año apartado por problemas cardíacos. Lo hizo como uno de los cinco defensas que sacó Gregorio Manzano. En el extremo opuesto su compañero Garrido dispuso otro fútbol. El técnico del Villarreal decidió apostar por toda la artillería pesada con Altidore y Montero como novedades.

Solo seis minutos tardó el encuentro en volverse interesante. Un gol de Renato, tras rematar en la línea una buena jugada personal de Negredo, puso tierra de por medio en la eliminatoria. Los de La Plana no sabían cómo romper la telaraña defensiva dispuesta por el entrenador jienense. Sí es cierto que los amarillos tocaban la pelota plácidamente con Borja Valero de protagonista, pero de poco servía ante el poderío africano de los centrocampistas rivales, Romaric y Zokora.

De ese control en el juego llegaban las mejores ocasiones para los castellonenses. Hasta seis córners, un remate en el larguero de Gonzalo y dos grandes paradas de Varas a sendos tiros de Rossi contabilizaron en su haber en la primera mitad, aunque de poco le sirvieron. La realidad era que el Sevilla parecía tener todo controlado.

Una segunda parte sin historia

Mejor panorama para los sevillistas fue el inicio de la segunda mitad. Si con el balón en los pies no eran capaces de crear ocasiones, pues siempre les quedará Romaric. Es la Copa del marfileño, no hay dudas. Con dos córners botados por el africano, de manera consecutiva, llegaron los otros tantos que daban el pase a los nervionenses. El primero lo cabeceó Kanouté, que ya es el cuarto goleador histórico rojiblanco. El segundo tuvo por protagonista a Alexis, quien se ayudó de un rival para sentenciar la eliminatoria.

El 3-0 provocó la alegría de una afición que ahoga en la Copa las penas que sufre en la Liga. Cánticos recordando a los posibles rivales madrileños de semifinales y aplausos para los mismos que hace dos días eran silbados. El Villarreal acusó con holgura el mazazo de los tempraneros tantos. Sólo Valero y Cani parecían encontrar algo de luz entre las tinieblas que se estaban convirtiendo los cuartos. Pero no fue suficiente.

Triunfo para un Sevilla que recibió el mejor premio al comienzo, con la reincorporación de Sergio Sánchez al equipo como un jugador más. A los villarrealenses aún les queda seguir optando a la tercera plaza. Los de Nervión ya esperan contrincante. Prefieren al Real Madrid para ajustar las cuentas pendientes de hace siete años.