China niega cualquier relación con el espionaje en Renault

Dos de los presuntos espías tenían sendas cuentas bancarias en Liechtenstein y en Suiza alimentadas por una empresa china

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El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hong Lei, ha negado cualquier relación de su país con el escándalo de espionaje industrial en la firma automovilística francesa Renault y ha asegurado que las investigaciones que están llevando a cabo los servicios de inteligencia de Francia "carecen de fundamento". El político ha señalado que han tenido conocimiento de los informes que está realizando la Inteligencia gala y ha resaltado que la gente que dice que China está detrás de esta situación "es irresponsable y carece de base".

"China no puede aceptarlo", ha afirmado el portavoz del Ministerio chino de Exteriores. De su lado, el portavoz del Gobierno francés, Francois Baroin, ha subrayado que no se está acusando a ningún país de estar relacionado directamente con este caso. "Por el momento no hay una acusación oficial de Francia o del Gobierno francés en contra de ningún país", ha añadido Baroin, al tiempo que ha resaltado que las investigaciones están todavía en proceso. "Renault, como otros, es la víctima de una guerra de inteligencia económica", ha afirmado.

El grupo automovilístico francés Renault suspendió la semana pasada de empleo y sueldo, con carácter cautelar, a tres ejecutivos de la compañía, por sospechas de que podían haber filtrado secretos industriales y empresariales, en relación con el programa de un coche eléctrico. Dos de ellos tenían sendas cuentas bancarias en Liechtenstein y en Suiza, con 130.000 euros y 500.000 euros respectivamente, ingresados por una empresa china con sede en Pekín, según informa hoy en su página web el diario 'Le Figaro'.

La China Power Grid Corporation, "quizás un gigante de la distribución eléctrica", es la empresa que está tras esta red de espionaje, que los altos mandos de Renault investigaban de manera privada desde el pasado agosto, con la intención inicial de resolver el caso con toda discreción, ha asegurado el rotativo. Preguntados sobre la cuestión, los portavoces del fabricante han preferido no hacer comentarios, agregó.

No se ha perdido "ninguna pepita tecnológica"

El dinero llegó a las cuentas bancarias citadas tras haber transitado por diversos intermediarios vía Shangai y Malta, ha explicado el diario. Ha señalado, asimismo, que según sus fuentes, y contrariamente a lo afirmado por el número dos de Renault, Patrick Pélata, este fin de semana, en el vespertino 'Le Monde', no hay aún "una visión clara del conjunto de las informaciones susceptibles de haber sido transmitidas por los supuestos espías".

El director general de Renault citó la existencia de una "filial organizada internacional", pero aseguró estar sereno porque no se había perdido "ninguna pepita tecnológica". Aunque Pélata no aludió a la pista china, Le Figaro recuerda que esta quedó confirmada en "una nota de la Dirección Central de la Información Interior fechada el 7 de enero pasado". "Por el momento sólo se trata de un conjunto de sospechas convergentes que el contraespionaje francés" deberá estudiar en cuanto se le encargue oficialmente la investigación judicial, ha añadido.

La subdirección de la protección económica de la DCRI está en alerta, aunque sólo ha hecho hasta ahora "cierto número de verificaciones" a la espera de que Renault presente una querella, que ya no puede tardar, ha considerado el diario. Ha agregado que los servicios especializados de la policía se enteraron por la prensa del caso y contactaron a sus colegas de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE) que tampoco sabían nada sobre el tema.

El constructor prevé contar con dos modelos eléctricos en el mercado a mediados de este año, la berlina familiar Fluence y el utilitario Kangoo Express, y luego planea presentar el Twizy, que se fabricará en la planta española de Valladolid, y el Zoe, entre el segundo semestre de 2011 y mediados de 2012.