FÚTBOL | LIGA NACIONAL JUVENIL

Destrozan la mandíbula a un árbitro en Murcia

Un delantero del CD Mediterráneo agrede al colegiado tras expulsarle por protestar un gol fantasma

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Minuto 86 del partido entre el CD Mediterráneo y el Real Murcia, de la Liga Nacional Juvenil. Empate a cero. El ariete del modesto equipo cartagenero Alberto Morcillo, con el 17 a la espalda, dispara a puerta, el balón da en el larguero y bota sobre la línea de gol. Él pide gol. El árbitro Samuel de Haro, cartagenero de 24 años, deja seguir el juego. Sólo unos segundos después lo detiene. Según la versión de sus compañeros, el juvenil grita: "¡Me cago en mi puta madre!".

El árbitro entiende otra cosa y expulsa a Alberto Morcillo. La confusión desemboca en un fatal desenlace. Para el jugador y para el árbitro. El juvenil, de 18 años y estrella del equipo de la Urbanización Mediterráneo, propina un cabezazo al colegiado, después le da un puñetazo en la cara -el árbitro responde con otro que no impacta sobre el jugador- y, lo que es peor, aparece un espectador ebrio en el campo y derriba al árbitro con un fuerte derechazo.

Según testigos presenciales, ya en el suelo, otro jugador del CD Mediterráneo, Carlos Jesús González, con el número 6 y de 18 años, da una patada en la cara al árbitro, quien rápidamente es evacuado del campo por los directivos del equipo local, mientras que los dos futbolistas son sujetados por sus compañeros. La madre de un jugador del Real Murcia graba toda la secuencia desde su teléfono móvil.

El resultado de la salvaje y triple agresión -la más grave de los últimos años en el fútbol cartagenero- es una fractura en la mandíbula del árbitro Samuel de Haro, que está ingresado en el hospital del Rosell desde el mismo jueves.