El líder del Partido Conservador, David Cameron, sale reforzado del último debate. / Efe
ELECCIONES en el reino unido

Cameron brilla y Brown se hunde en el debate con mayor confrontación entre los candidatos

La inmigración y las medidas económicas concentran los momentos de mayor tensión del triple 'cara a cara'

LONDRES Actualizado: Guardar
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El tercer y último debate entre los tres candidatos de los principales partidos británicos, el laborista Gordon Brown, el conservador David Cameron y el liberal-demócrata Nick Clegg, ha estado marcado por la confrontación de programas, especialmente en el ámbito económico, y por las referencias concretas a los puntos flacos o a los asuntos 'a priori' más impopulares de cada uno de los políticos. Según dos sondeos publicados, David Cameron ha salido vencedor, mientras que el efecto Clegg parece haber perdido fuerza.

Según la encuesta de YouGov para el periódico The Sun, el 42% de los encuestados cree que Cameron ha sido el ganador del debate. Por detras de él quedarían el líder del Partido Liberal Demócrata, Nick Clegg, y el actual primer ministro, Gordon Brown. Por su parte, en el sondeo de ComRes para el canal ITV, el 35% de los encuestados otorga la victoria a Cameron, seguido por Clegg, que obtiene el 33%, y Brown, con el 26%.

Los tres líderes se han citado en la Universidad de Birmingham, en un debate transmitido en esta ocasión por la BBC. El tema del día ha sido la economía, aunque al encuentro no han faltado tampoco aspectos sociales como la inmigración, el tema que más discusión ha despertado, pese a que ya había sido tratado en convocatorias anteriores. Brown, que partía como favorito en su terreno, el económico, ha comenzado su participación en el debate recordando que "no siempre" hace las cosas bien, en alusión al desliz sufrido con una electora a la que calificó de "intolerante", pero ha vuelto a ponerse como ejemplo de gestión económica.

Al que fuese ministro de Hacienda precisamente esta defensa de su currículum político le ha costado críticas directas de Cameron, que durante varios momentos del debate ha reporchado a Brown no haber tomado durante los 13 años de Gobierno laborista medidas que ahora propone y de lastrar a la economía británica con un gasto excesivo. "Con Grecia en las noticias, puedo garantizar que nunca me uniré al euro", ha dicho Cameron de entrada, apostando también por una mayor regulación bancaria en torno al Banco de Inglaterra, una mayor presión sobre las entidades financieras para recuperar parte del plan de ayuda o un empuje de los créditos, sobre todo a las pymes.

Por su parte, un comedido Clegg ha vuelto a apostar por hacer todo de un modo "diferente" y ha defendido una "economía más justa y fuerte", al tiempo que ha criticado a los "banqueros irresponsables" que han puesto en riesgo la economía.

Planes de estímulo

La tesis básica defendida por Brown en el ámbito puramente económico consiste en que Reino Unido no puede afrontar una retirada prematura de los planes de estímulo, y puso como ejemplo las políticas seguidas en Estados Unidos o Alemania. Según ha repetido Brown en varias ocasiones, la intención de Cameron es retirar 6.000 millones de libras de forma repentina, frente a lo que él propone un plan de reducción de la deuda progresivo en cuatro años a partir de 2011.

Una de las preguntas realizadas por el público ha planteado específicamente a los candidatos qué aspectos recortarían para favorecer el ahorro que todos promulgan por igual. Clegg, que propuso un pacto entre partidos en el ámbito económico y reiteró su defensa de la "transparencia", ha señalado que, aunque los otros dos candidatos intentan "engañar" al electorado, el programa electoral liberal-demócrata recoge 15.000 millones de libras de ahorro mediante el incremento de impuesto a las rentas altas y la retirada de proyectos como la compra de aeronaves.

"Tendrá que haber recortes y tenemos que ser sinceros", ha afirmado en este sentido Cameron, quien al igual que Brown negó que estos recortes vayan a influir a servicios básicos. El candidato laborista ha pedido al Ejecutivo que, al igual que los ciudadanos, se "apriete el cinturón" y ha negado que, como asegura el 'premier', su partido vaya a "poner en riesgo" la economía británica.

Impuestos y bancos

En el tema de impuestos, Clegg ha asegurado que elevaría el umbral para pagar el impuesto sobre la renta a las 10.000 libras, para eliminar un sistema fiscal que, a su juicio, es "injusto". Sin embargo, el protagonismo en este campo se lo han llevado principalmente Brown y Clegg, sobre todo por las continuas referencias del primer ministro a su rival para que explicase si pretendía bajar el Impuesto de Sociedades a los bancos, algo que el conservador ha tildado de "mentira" y ha achacado a un intento de "asustar". Cameron ha declarado que su medida pretende beneficiar básicamente a las pymes.

Los bancos tampoco se han librado de su ración de tiempo en el debate y, como ya se ha dejado entrever en los diálogos anteriores, los tres candidatos han coincidido en criticar la forma en que han actuado las entidades financieras ante la crisis económica internacional.

Cameron ha declarado que los bancos no deben comportarse como un "casino", mientras que Clegg ha planteado la división de las entidades entre las compañías de riesgo y otros que definió como de uso corriente. "Ambos partidos (conservadores y laboristas) han estado demasiado cerca de los centros económicos de Londres", ha acotado el liberal-demócrata, que ha vuelto a presentarse como alternativa con varias alusiones al "cambio".

Brown ha admitido que durante su mandato el Gobierno intervino en entidades como Northern Rock, pero apuntó que lo hizo para "proteger los ahorros de las familias". No obstante, avanzó que cuando las acciones de estas empresas se recuperen el Estado podrá venderlas y, por extensión, recuperar parte de lo invertido, pese a que Cameron defiende una medida más inmediata que contemple un impuesto específico sobre los receptores de las ayudas.