El Ros Casares jugará la final ante el Spartak de Moscú

El Ciudad Ros Casares jugará la final de la Euroliga, el domingo ante el Spartak de Moscú, tras apabullar al Wisla de Cracovia polaco por 86-57, en un encuentro que se decidió en una espectacular primera parte del equipo valenciano.

El choque comenzó de forma trepidante. Las locales saltaron a por todas en la cancha e impusieron un ritmo vertiginoso al partido al que no supieron responder las polacas, que recibieron un parcial en contra de 0-12 que abrió la primera brecha clara a favor del conjunto español (17-7). La buena labor de Erika de Souza en la pintura se vio acompañada por el acierto en el lanzamiento exterior de Snell, Vesela y Valdemoro. Con sus triples apuntillaron al Wisla, que a la conclusión del primer cuarto vieron como las españolas ya manejaban una clara renta de dieciséis puntos (31-15).

El técnico español del Wisla, Jose Hernández, no encontró la fórmula para parar la avalancha de juego ofensivo del Ros Casares, que al descanso ya tenía a tres jugadoras por encima de los diez puntos y mandaba por un contundente 57-35, mientras que la pívot Ewelina Kobryn era la única referencia efectiva en ataque del equipo polaco. En la reanudación, el Ros Casares cambió su exhibición ofensiva por la defensiva y tan solo dejó anotar siete puntos en el tercer cuarto a un Wisla que, poco a poco, iba desintegrándose ante la aplastante superioridad del conjunto de Isma Cantó.

En el último cuarto, el equipo anfitrión se relajó, pensando ya en la dura final que le espera, lo que aprovechó el Wisla para apuntarse un parcial de 8-15 y maquillar el resultado final en un encuentro que batió el récord de asistencia de un partido de fase final de la Euroliga con 6.400 espectadores.