SALINAS DE CÁDIZ
Las salinas de la provincia de Cádiz deciden innovar y reinventarse
Las montañas de sal y su distribución, algo tan característico del paisaje de Cádiz, han ido modernizándose con el paso del tiempo
Las salinas forman parte del paisaje de la Bahía de Cádiz desde hace más de tres mil años. A su vez, también suponen uno de los motores económicos de la provincia, compuesto por montones de empresas dedicadas a la exportación de la sal.
A día de hoy, el proceso de producción ha cambiado con respecto a décadas atrás. La industrialización hace que la producción sea mucho más rápida y efectiva . La cristalización de la sal mediante la culminación del proceso evaporativo se ha visto en declive en estos últimos años. Los mecanismos tradicionales se han quedado en un segundo plano en la mayoría de las empresas dedicadas al sector. A pesar de que el futuro de las mismas es una incógnita , siguen apostando por el producto local.
Ante el tradicional negocio de exportación de sal, las salinas buscan nuevos nichos de negocio para adaptarse a los nuevos tiempos. Al igual que con los métodos de producción , el enfoque de mercado también varía, ahora hay muchas más formas de explotar este producto natural.
La Salá, una startup cuya intención es crear productos gastronómicos a partir del espárrago de mar, conocido popularmente. Esta iniciativa ha surgido en estos últimos años para seguir abriendo mercado. Hay muchas salinas en desuso y la idea es crear nuevos negocios.
La sal no es el único producto que se exporta. La salicornia , por ejemplo, está cada vez está más en uso entre los bares y restaurantes como acompañamiento de la carne, ensaladas y revueltos.
Las algas están muy de moda y por ello la acuicultura es una de las posibilidades que ofrecen estas salinas. Tienen un potencial muy grande en un mercado en el que cada vez tiene más demanda. Otra fuente de ingresos para estos negocios también sería el turismo. Son zonas en las que la riqueza de la naturaleza es increíble, con aves de diversos tipos, rutas con las que poder disfrutar del paraje natural, restaurantes, balnearios y hasta actos teatrales representativos.
La acuicultura es una de las principales posibilidades que ofrecen las antiguas salinas. Su potencialidad en el mercado es cada vez mayor. «La economía verde ofrece muchas oportunidades de futuro pero hay que gestionar las salinas y mirarlas con la mentalidad del siglo XXI», explica Juan Martín, presidente de Salarte, asociación que aboga por la recuperación, gestión y puesta en valor de la marisma salinera. También destacan nichos de mercado que surgen a raíz del aprovechamiento de los despesques como el desarrollo de espacios para la creación de microalgas.
Los baños de aguas salinas es una apuesta que está obteniendo grandes resultados. La sal tiene grandes beneficios para la piel, por lo que hay todo un campo de mercado. Teniendo en cuenta que los turistas vienen a relajarse y disfrutar de la zona y que los habitantes también necesitan desconectar, el balneario de agua salada en plena naturaleza es todo un reclamo.
Aun así, la situación de crisis mundial ha afectado a este sector económico de Cádiz. Los proyectos, las ventas, excursiones, reservas… todo se ha visto afectado. Para un sector que está en constante producción, el momento de parón mundial, el momento de la cuarentena supuso una caída en sus ingresos . Todos los sectores a los que exportan productos estaban paralizados por lo que, a pesar de que la producción seguía, las ventas se estancaban.
Salinas de Chiclana
En comparación a las expectativas que se tenían, ha sido un verano bueno para la actividad de la Salina de Chiclana. En sus 13 años de historia, nunca habían vivido un parón como el que tocó vivir durante el confinamiento. Una situación que supuso la caída de más del 90% de las ventas . Además, sus proyectos se vieron paralizados.
Los meses de marzo, abril, mayo y junio son los que más actividad tienen. «Prácticamente todos los días tenemos el cupo completo». Es temporada de las excursiones de los colegios y una buena fuente de ingresos para el negocio. Las rutas se han adaptado y ahora también se combinan con actos teatralizados para simular «el trabajo que hacemos». De cara al futuro, informan que lo ven un tanto complicado. «Aún no se sabe si las escuelas abrirán, así que para el tema de las excursiones habrá que esperar».
A pesar de todo, la empresa no deja de innovar. Lo que comenzó como un negocio de distribución de sal ha terminado en todo un complejo de ocio de carácter natural. Poco a poco optaron por enseñar el proceso de salinización y poco a poco fueron introduciendo actividades de cata. Al poco tiempo decidieron abrir un restaurante en el que poder degustar sus productos , además de otros de la zona. Productos como la propia sal, pescados o algas. Y poco a poco han ido aumentando el mercado. Actualmente, «lo más demandado es el spa natural».
Las sales, como se cita anteriormente, tienen muchos beneficios para la piel por lo que es un atractivo muy interesante para las personas. El paraje en el que se encuentra y las actividades que ofrece las Salinas de Chiclana permite pasar «un excelente día».
Además, hace unos años pusieron en marcha durante las noches de verano las verbenas . Gracias al espacio abierto y las distancias que hay entre las mesas, se crea un espacio como individualista» que ha hecho que este verano esta actividad «haya arrasado». Ha sido un verano en el que ha habido mucha afluencia de personas que han querido disfrutar del espacio.
Con respecto a la exportación del producto, cada vez son más la gente que apuesta por lo natural, exponen. Los productos tradicionales que ofrecen, sin químicos, hacen competencia a las grandes industrias que producen a mayor cantidad. «Son productos aceptables y característicos de la zona». Por ello, aseguran que lo que prima es la calidad . De momento distribuyen sus productos por Andalucía y España, pero recientemente están abriendo mercado en países como Alemania o Inglaterra. Aunque se ha visto interrumpido durante la cuarentena, siguen apostando por ello y, entre otras cosas, tienen en mente la construcción de un hotel ecológico en Alemania.
Una amplia oferta de actividades de las que poder disfrutar a lo largo de todo el año . En verano lo más solicitado son los baños de sales y las catas. Mientras tanto, en primavera son las excursiones de los escolares y las rutas por el complejo. Y sobre noviembre, el despesque y actividades relacionadas con la pesca. Toda una carta de la que poder gozar durante todo el año.
Historia
En la prehistoria surgen las pozas de los acantilados afectados por las mareas más vivas. Ya entonces se recogía agua con una pala y esa misma agua se depositaba en un recipiente de barro que se ponía a calentar. Después se partía el recipiente para obtener la sal.
Durante la época fenicia y romana se comienza a transformar los terrenos marismeños para adaptarlos a la producción salinera, adquiriendo una fama universal. Constaban únicamente de canales que abastecían a un solo estanque, en el que se mantenía agua de mar hasta obtener cierta cantidad de sal.
Y es ya en la Edad Media , a partir del siglo V- VI, cuando se constata el uso de 2 estanques, que fueron adquiriendo más complejidad hasta dar lugar a algo similar a lo que hoy conocemos como salinas. Tras la reconquista cristiana, la extracción y el comercio de sal se convierten en el principal recurso económico de la comarca. Se destinaba a la conservación del pescado obtenido en las pesquerías. La ligazón con la almadraba continuó invariablemente durante este periodo y es hasta el último cuarto del siglo XIX donde se pone en marcha el primer buque frigorífico.
La industria del frío comienza su desarrollo y hace decaer el consumo de sal, la cual fue hasta el momento un método básico de conservación que permitió viajar a largas distancias con provisiones garantizadas.
A principios del siglo XX las salinas estaban sometidas a un fuerte proceso de monopolización por parte de Salinera Española. Esta era la sociedad arrendataria de las salinas de Torrevieja, en Alicante, y propietaria de las salinas de San Pedro del Pinatar en Murcia. Además, también pertenecía a ella gran cantidad de pequeñas salinas de la Bahía de Cádiz. Para evitar la monopolización de la producción, los pequeños productores se agruparon. El resultado fue la Unión Salinera de España S.A. la que, a partir de entonces, controla la mayor parte de la producción de sal.
En 1935 hubo un periodo de crisis y la mayoría de las salinas se cerraron y se abandonaron. Era una realidad irreversible que vivían las salinas tradicionales andaluzas. La zona de la Bahía de Cádiz es muy significativo. A partir de mediados del siglo XX se había abandonado el 80% de los negocios que giraban en torno a la distribución de la sal. De las 136 salinas hasta entonces activas, se pasó a 11 en 1996, y a tan sólo 4 en 1999 .
En la actualidad más de la mitad de las antiguas salinas han sido transformadas para la acuicultura intensiva o semiintensiva. Concretamente unas 65 han sido reabiertas; el resto, o bien ha desaparecido al quedar fosilizadas por los continuos rellenos que se practican para ganar terreno industrial y urbano, o permanecen abandonadas y amenazadas de desaparición, ya sea por este mismo motivo o por la simple acción de la naturaleza ante la falta mantenimiento de sus estructuras.
La pervivencia hasta nuestros días de muchas de estas estructuras supone la conservación de un rico patrimonio industrial, paisajístico, arqueológico y etnográfico que caracteriza a toda la zona de la Bahía de Cádiz. También ha contribuido al mantenimiento de la biodiversidad en los humedales litorales. Es todo un ejemplo de patrimonio en el que se conforman valores naturales y culturales como partes de una historia que ha marcado la relación del hombre con su entorno. Una relación que en un principio era entre gaditanos, en este caso, con la zona y ahora, cada vez hay más flujo turístico interesados en conocer la cultura gaditana . No solo a nivel local se disfruta de estos placeres naturales, sino que con la modernización de las industrias, también se hace a nivel nacional e internacional. Pues las cifras en exportación cada vez son mayores para el resto de España y países de Europa.
