El Ayuntamiento de Puerto Real alerta de la presencia de una especie que acaba con el marisqueo

El Ayuntamiento de Puerto Real ha alertado de la presencia en las salinas de una especia exótica, identificada como una especie no autóctona, que acaba con otras especies autóctonas como gusanas, coquinas, camarones y cigalitas, por lo que ha solicitado ayuda a la Junta para, «si no eliminarla, al menos controlar que no se expanda».

Según ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado, la teniente de alcalde de Medio Ambiente, María Merello, ha solicitado a la Junta una reunión para «abordar el problema que se ha detectado en la Salina de los Desamparados y previsiblemente en otras zonas de la Bahía de Cádiz», que, según ha añadido, «está poniendo en riesgo la existencia de algas, gusanas de sangre y otras especies animales y vegetales autóctonas de la zona».

Asimismo, ha explicado que se trata de una especie animal exótica que en un principio se identificó como el conocido como «camarón pistola», y cuya presencia fue alertada por el piscicultor de la mencionada salina y los propios mariscadores.

No obstante, ha señalado que tras llevar unas muestras al Centro Superior de Investigaciones Científicas, los investigadores compararon la muestra facilitada con las 90 especies catalogadas genéticamente del camarón pistola, descartando que coincidiera con alguna de ellas, aunque existen más de 300.

Así, ha manifestado que mientras se están realizando investigaciones científicas en colaboración con los CSIC de Barcelona y Blanes, el Ayuntamiento de Puerto Real ha querido solicitar ayuda a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ya que «aunque no se cree posible erradicar la especie de nuestra zona, sí podrían paliarse sus efectos conociendo algo más sobre ella y su comportamiento».

En este sentido, ha explicado que según han manifestado los mariscadores, en los lugares en los que se ha encontrado esta especie tienden a desparecer o disminuir las poblaciones de gusanas, camarones, coquinas y las conocidas como cigalitas o galeritas.

Por su parte, Merello ha afirmado que «es una especie muy agresiva, porque además de dañar nuestro ecosistema hasta un punto que de momento desconocemos, tiene una gran capacidad reproductiva», por lo que ha pedido «ayuda para, si no erradicarla, al menos evitar que se expanda por toda la Bahía de Cádiz y termine con nuestra biodiversidad y con el modo de vida de muchas personas».