PROVINCIA

La huelga de hambre del etarra Iñaki Bilbao en Puerto III: solo agua, sin llamadas y al patio sin compañía

El terrorista cumple su protesta en la cárcel gaditana desde la que mantiene una postura «irreductible» sobre la lucha armada de ETA

Lleva dos décadas en prisión pero por lo que cuentan de él, poco ha cambiado en su actitud desafiante

Iñaki Bilbao, durante un juicio en la Audiencia Nacional.

M. Almagro

Iñaki Bilbao, alias 'Txikito', insiste. Tras casi dos décadas en prisión cumpliendo varias condenas mantiene la misma actitud que le ha situado como un «duro entre los duros» de la banda ETA. No le valió de nada que los suyos le expulsaran de la organización por repudiar el abandono de las armas decidido por la organización terrorista en 2011. Desde la cárcel, Bilbao ha continuado obcecado , irreductible, amenazante. La imagen de este terrorista desde la pecera de presos conflictivos de la Audiencia Nacional apuntando con sus manos al tribunal que lo juzgaba hace años sigue intacta. Por lo que cuentan, poco ha cambiado en él.

Estos días protagoniza otro de sus desafíos. Desde el pasado 9 de septiembre permanece en huelga de hambre en la prisión gaditana de Puerto III. No es la primera vez que realiza una protesta de estas. Ya ha habido varias. La última fue en 2017 cuando estuvo sin tomar alimento y terminó siendo ingresado en el Clínico de Puerto Real. También lo hizo diez años antes, en 2007. Mismo final y vuelta al 'chabolo'. Y así cada vez que considera que tiene que reinvindicar algo. En esta ocasión, según un cartel que ensalza su postura, lo ha hecho después de resistirse mostrándose violento y profiriendo insultos y amenazas a los policías que fueron a tomarle una prueba de ADN para unas diligencias por orden de la Audiencia Nacional.

Y desde entonces Bilbao Goikoetxea permanece sin salir de su celda del módulo quince de Puerto III , el área de aislamiento de alta seguridad donde habitan los presos más peligrosos y conflictivos de este centro penitenciario. Según ha podido saber este periódico, el etarra ha dejado de comer aunque sí toma agua (en otra de sus protestas la tomaba azucarada), no sale al patio con otros reclusos ni recibe comunicaciones (ni visitas ni llamadas). A finales de esta semana era trasladado a la enfermería por su pérdida de peso y se ha solicitado al juez que se le pueda alimentar de forma forzosa si su salud peligrara, tal y como indica el protocolo. En ese caso se le ingresaría de nuevo en un hospital.

Su actitud y trato con los funcionarios no ha cambiado. Su conducta sigue siendo la habitual, distante. Es de esos presos etarras que mantiene una relación mínima con quien le vigila. No saluda, apenas cruza miradas, al contrario de otros internos de la banda que sí tienen algo más de relación, algún gesto, gracias o buenos días al menos.Por ejemplo, desde hace años Bilbao intenta como sea no mantenerse de pie durante el recuento , hace lo que sea para no estar erguido y disimula para que no le ‘metan’ un parte. Manifiesta «una actitud pasiva». Como si no fuera con él. Aún así no es conflictivo con otros presos ni violento.

Intenta mantener una relación mínima con los funcionarios, como si no fuera con él

Iñaki Bilbao acumula ya unos 70 años de pena por cinco condenas. La principal de ellas, de 45 años, es la que cumple por el asesinato del concejal socialista de Orio, Juan Priede , al que mató de tres disparos el 21 de marzo de 2002 en un bar del casco viejo de la localidad guipuzcoana.

Pero no era la primera vez tampoco que acababa en prisión. Bilbao entró en la banda armada en 1983 cuando tenía 17 años. Tras pasar una larga temporada en la cárcel por numerosos atentados, salió en 2000. Dos años después ya estaba de nuevo empuñando una pistola.

Sus amenazas a jueces

Pero además de su lado más sanguinario, Txikito también paga con la prisión sus repetidas y conocidas amenazas e insultos a jueces. Tiene una condena de 14 años por insultar de modo grave al juez de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, durante un juicio celebrado en septiembre de 2006 que, precisamente, se celebraba contra él por haber amenazado a otro magistrado, Baltasar Garzón. Guevara y sus compañeros de tribunal tuvieron que soportar cómo Bilbao se abalanzaba contra el cristal de la ‘pecera’ desde la que iba a declarar. Simulando con sus manos que apuntaba con una pistola, les decía: «El día que te eche mano te voy a meter siete tiros, ven aquí si tienes huevos».

Otro de sus episodios sonados fue cuando durante una videoconferencia celebrada desde la cárcel con un juzgado insultó a la jueza en euskera diciéndole que ella era «el diablo de Euskal Herria. Como te pille, te mato… ».

Alño 2006. «El día que te eche mano te voy a meter siete tiros, ven aquí si tienes huevos», le gritó al magistrado Alfonso Guevara. EFE

En 2018 en una conversación que mantuvo con una mujer que fue a visitarle a la cárcel y fue grabada, el etarra aseguró que si tuviera otra vida, se dedicaría a la «lucha armada», aunque lo hiciera solo. «Seguiré en la lucha armada hasta que me maten», afirmó.

Sea cuál sea el motivo exacto, ahora la huelga de hambre de Iñaki Bilbao coincide con la declaración conjunta de EH Bildu, PNV y otros partidos independentistas como ERC y Junts, que han pedido al Gobierno de Pedro Sánchez que ponga fin a la «política de excepción» que se aplica a los presos de ETA, sobre todo tras el suicidio en la cárcel de Martutene de Igor González, una muerte que el jefe del Ejecutivo lamentó «profundamente», lo que costó al presidente una avalancha de críticas .

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