Trabajar en Cádiz

Los gaditanos Laura Rodríguez y Ramón Vela cuentan su experiencia en la Universidad

Estudian Filología Francesa y Medicina y se preparan para labrarse un futuro en la provincia con la tasa de desempleados más alta de España

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Ramón Vela y Laura Rodríguez aún no han finalizados sus estudios pero saben que tener una titulación es partir con unos metros de ventaja en la competición por un puesto de trabajo. La elección de la carrera es clave porque las salidas laborales para un licenciado en Filología no son las mismas que para un Ingeniero pero aunque la titulación ayuda, no es una garantía. La gran bolsa de desempleados hace posible que las empresas puedan elegir entre un amplio número de candidatos a cual mejor preparado. Entonces, qué responder a la pregunta: ¿qué carrera me asegura un trabajo al acabar los estudios?

Los datos que arroja el informe de Instituto Nacional de Estadística pueden servir de guía porque se han recogido tras un enorme proceso de investigación, que incluye más de 30.000 entrevistas, datos de la Seguridad Social, universidades y del Servicio Público de Empleo.

Las titulaciones que menos desempleo tienen son las ingenierías en Automática y Electrónica Industrial (0,0 %) y en Electrónica (0,6 %) y la licenciatura de Medicina (1,4 %). Las que registran tasas de paro más alto son las licenciaturas en Filología Francesa (45,4 %) y Árabe (44,5 %) y la diplomatura en Navegación Marítima (42,3 %).

Laura Rodríguez cuando estuvo de Erasmus en Niza.
Laura Rodríguez cuando estuvo de Erasmus en Niza.

Hoy en día, las disciplinas de ciencias parece que gozan de mejores tasas de inserción laboral y de más reconocimiento que las humanidades pero como indica Laura, «un científico también necesita el idioma, las letras, la cultura».

En la sociedad del consumo rápido y la tecnología, se tiende a relacionar la historia y la filología con lo antiguo y a carreras como Bellas Artes o Comunicación Audiovisual como «la elección de los bohemios». Ahora se prefiere lo tangible y lo cuantificable y esta tendencia llega a los estudios donde se revitalizan las ingenierías, la informática y lo vinculado con la tecnología. Laura estudia Filología Francesa en la Universidad de Cádiz. Siempre le han atraído los idiomas y aunque inicialmente coqueteó con el inglés reconoce que le apasiona su carrera: «Con 20 años estuve un año entero en Niza y allí afiancé mi francés», explica.

Resuelta y entusiasta insiste en que su experiencia como Erasmus fue muy enriquecedora porque «aprendes a desenvolverte sola, conoces gente y vives las costumbres del país». Aunque sobre el papel su titulación tenga menor tasa de empleo, Laura ya ha trabajado impartiendo clases a escolares y mientras charlaba con este periódico se encontraba en Madrid en una selección de personal para trabajar en Eurodisney. Además, esta inquieta joven roteña ya se ha postulado para una beca de auxiliar de conversación en Francia.

Ramón Vela frente a la Facultad de Medicina de Cádiz
Ramón Vela frente a la Facultad de Medicina de Cádiz

Ramón, un joven gaditano de La Viña, es consciente que se enfrenta a una carrera exigente y larga pero cree que «el que la sigue la consigue». Estudia cuarto de Medicina y aún no tiene muy claro qué especialidad elegirá para hacer el conocido como MIR, un duro examen similar a un concurso-oposición para poder acceder a una plaza como Médico Interno Residente pero aún tiene tiempo.

«Una de las ventajas que tiene esta carrera es que te da la posibilidad de formarte y percibir una remuneración, aunque no sea con el sueldo íntegro», explica. Actualmente en España hay 47 especialidades médicas reconocidas legalmente. En cuanto a su experiencia en la facultad, cree que «Medicina es una carrera bonita e ilusionante. Quizás lo único negativo es la falta de recursos para comprar materiales como sucede con el hilo de sutura. Los recortes, se notan»

En España, los universitarios tardan más en encontrar un trabajo respecto a otros países. Los primeros contactos con el mundo laboral suelen ser como becarios que pueden evolucionar a contratos temporales para reforzar las plantillas. Los que alcanzan el contrato indefinido no llegan a la mitad de los que están trabajando y es habitual la sobrecualificación.

Otras opciones que ha ido ganando enteros con el paso de los años son la de establecerse como autónomo, el emprendimiento empresarial y búsqueda de empleo fuera de España porque además de la experiencia «permite reforzar los conocimientos del idioma del país al que se emigra». Los deciden hacer las maletas eligen países como Alemania que requiere trabajadores titulados para sector sanitario, especialmente cuidadores y enfermeros o Irlanda, donde radican empresas tecnológicas como Facebook, Google y Twitter.

Encontrar un nicho de actividad con perspectivas de futuro no resulta fácil pero el talento palpita entre los jóvenes gaditanos. Y, cuando surge la oportunidad todo es cuestión de preparación y actitud.

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