MEDICAMENTOS SIN RECETA
Frenazo a la venta de medicamentos sin receta en Cádiz
Los farmacéuticos aseguran que las inspecciones han aumentado desde el mes de junio con el fin de controlar el inventario y ceñirse a la legislación vigente
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz reclama una mayor autonomía en forma de nuevas competencias para poder dispensar medicamentos sin receta
Pagar más por adquirir lo mismo, o incluso menos . Una acción difícil de justificar y comprender, a no ser que se refiera a medicamentos . En España existen diferentes tipos, algunos sujetos a prescripción médica y otros a indicación farmacéutica sin ser necesario contar con receta. La diferencia se encuentra en la necesidad de los usuarios; si estos padecen dolencias crónicas o no. En el caso de las crónicas, el número y el tamaño de los comprimidos es mayor siendo, además, inversamente proporcional a su precio.
Desde verano, el bolsillo de los gaditanos ha sufrido debido a una mayor fiscalización en las farmacias . El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz reconoce la nueva situación y los profesionales admiten estar sometidos a mayores controles por parte de la Inspección de Sanidad.
Saturación en la Atención Primaria
La Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios regula qué medicinas, y en qué cantidades, pueden venderse directamente sin tener que pasar por consulta especializada. Esta norma, vigente desde 2015, establece por ejemplo que el tradicional ibuprofeno debe venderse en comprimidos de máximo 400 miligramos de peso y no en su demandado formato de 600 debido a las reacciones adversas que puede ocasionar su toma recurrente.
Desde 2019, los diferentes Colegios Farmacéuticos han participado activamente en campañas para promover la seguridad de los pacientes en la prescripción y dispensación de sus tratamientos. Éstas dieron como resultado un masivo descenso de más de un 14% en la venta de ibuprofeno de 600 mg en 2019, mientras que durante ese año se disparaba la adquisición del formato sin receta en un 202,2% según datos ofrecidos por la consultora especializada IQVIA.
Los peores tiempos de la pandemia acrecentaron las necesidades de los usuarios por obtener medicamentos capaces de combatir dolores tan comunes como procesos febriles, jaquecas o resfriados. Del mismo modo, para calmar los efectos secundarios de las vacunas contra el Covid-19 se recomendó la toma de paracetamol e ibuprofeno.
Este aumento de la demanda ha coincidido con la fatiga de la Atención Primaria, que ha terminado por colapsar debido a los picos de las diferentes olas del coronavirus, las bajas laborales entre el personal y las mayores competencias a las que los profesionales sanitarios tenían que hacer frente.
Ante este desbordamiento, las farmacias surgieron como apoyo para tratar de solventar el problema. « Hemos sido los únicos que no han cerrado sus puertas, ni en los peores momentos . El farmacéutico ha estado ahí y quiere seguir estando por su compromiso con sus usuarios», señala Alberto Virués, secretario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz , y propietario de una farmacia en Chiclana.
Mayor control en las farmacias
Precisamente, «quizás las farmacias, para tratar de solucionar este problema y asegurar el acceso al medicamento por parte del paciente, durante los meses duros de la pandemia fueron más flexibles en la solicitud de recetas . Algo que no se puede mantener en el tiempo. No podemos mirar hacia otro lado y el paciente lo debe de entender», comenta Virués.
El aumento de las inspecciones se nota desde hace varios meses en los centros de Cádiz, «venimos arrastrando esta situación desde el verano y, especialmente, con el comienzo de la sexta ola de coronavirus en noviembre».
Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz solicitan que sus 497 farmacias ubicadas en la provincia reciban nuevas competencias que no están recogidas por la legislación actual con el fin de «facilitar el acceso al medicamento» . «Los farmacéuticos gaditanos conocemos a nuestros pacientes, sabemos sus problemas de salud y dolencias crónicas. La farmacia es el barrio y nos conocemos entre todos. Además, el farmacéutico es un profesional sanitario con unos estudios que le avalan para solventar determinadas situaciones», argumentan.
Pese a que las farmacias gaditanas hayan cerrado el grifo a la venta de medicamentos sin receta, los profesionales aún perciben «que los usuarios no pueden conseguir ese acceso al sistema para obtener sus recetas y, a raíz de eso, se han acostumbrado a acudir a nosotros sin recetas, pero estamos muy fiscalizados y debemos cumplir la ley».
Este mayor control ata de pies y manos a los farmacéuticos, quienes comprenden las demandas de sus clientes y, asimismo, piden empatía con el sector. No en vano, la venta de ibuprofeno de 600 mg sin receta podría conllevar a multas de hasta 90.000 euros a la farmacia. Una situación que los profesionales gaditanos denuncian que «ya está sucediendo» y aseguran que se han dado al menos dos casos en la última mitad de año.
A su vez, desde las distintas farmacias gaditanas explican que la diferencia de precio entre el medicamento con receta (normalmente genérico) y su versión sin receta (de marca) no beneficia a los farmacéuticos, ya que ellos suelen mantener márgenes de beneficios similares. En su opinión, «los laboratorios son los únicos que salen ganando» .
Andalucía, comunidad que más medicamentos genéricos vende
En 2021, el mercado farmacéutico español generó 22.203 millones de euros , un 3,6% más que en 2020. Andalucía es la comunidad que cuenta con mayor proporción de facturación. Gracias a sus ocho provincias se recauda el 19% (4.228 millones de euros). Del total de los ingresos en el último ejercicio, 15.245 millones se obtuvieron tras dispensar medicamentos bajos prescripción, el 30% restante proceden del denominado grupo Consumer Health; productos de autoconsumo para mejorar la salud y el bienestar personal, bienes nutricionales y medicinas sin receta.
En el acumulado de los últimos 12 meses, Andalucía es también la comunidad autónoma con mayor penetración de genéricos en valores (25% del total) y en unidades (45%). Unas cifras muy alejadas respecto a las de menor venta de genéricos como Cantabria (16% y 35%, respectivamente) y Murcia (15% y 31%).
El dato, lejos de ser anecdótico, revela que los médicos andaluces recetan un menor número de medicamentos de marca , es decir, que se ciñen con mayor rigurosidad a la normativa que obliga a recetar por principio activo (PPA) y no por marca. De esta manera, desde noviembre de 2011, usuarios de todo el territorio han tenido que acostumbrarse a adquirir mediante receta ácido acetilsalicílico, en lugar de aspirina; paracetamol, en lugar de gelocatil; o diazepam, en lugar de valium. Una medida que ahorra, de media, unos 2.000 millones de euros anuales a las cuentas del Sistema Nacional de Salud y que fuerza a los usuarios a gastar más dinero si quieren comprar marcas concretas .
