Europa pone al Palacio de Orleans, en Sanlúcar, como ejemplo de abandono del patrimonio

En el Barrio Alto de Sanlúcar de Barrameda, el lugar más representativo del poder social, codeándose con la residencia de los duques de Medina Sidonia, se encuentra el Palacio de Orleans-Borbón. Ayer, 14 de diciembre, a esta joya arquitectónica del siglo XIX, le dieron la medalla que nadie quiere, pero que todos imaginaban que tarde o temprano le otorgarían: candidato a monumento patrimonial más amenazado de Europa para 2022. Comparte tan negra presea de Europa Nostra —la voz de la sociedad civil europea comprometida con el patrimonio cultural—, con otros 11 sitios en el Continente, uno más en España, la sinagoga medieval de Híjar, en Aragón. En primavera habrá una selección con los siete peores.

El devenir de este edificio ha estado ligado a la propia historia familiar y sus integrantes. Estuvo habitado hasta 1955 cuando, el infante Alfonso de Orleans y Borbón, por discrepancias con Franco, se exilió en su finca ‘El Botánico’. En la década de los 70, este edificio fue vendido hasta en dos ocasiones . Finalmente, en 1979, fue el propio Ayuntamiento de Sanlúcar quien adquiere el inmueble para evitar su destrucción y destinar un uso público al mismo. En la actualidad hay unas tres cuartas partes rehabilitadas y que se están usando por la administración municipal.

Es el mal estado de conservación del 25 por ciento restante el que le sitúa al borde de la ruina total. Desde la década de los años 90, el inmueble no ha recibido mantenimiento alguno. En la parte más noble del edificio, el artesonado de los ricos techos se encuentran con problemas de desprendimiento. Los puntales de obra los mantienen a duras penas, lo que no ocurre con las yeserías de imitación arabesca que se están perdiendo irremediablemente. La carpintería de puertas y ventanas se encuentra arrumbada en habitaciones a merced de los xilófagos como termitas y carcomas. Toda esta parte está clausurada y por motivos de seguridad no se permite la visita.

Desde el Ayuntamiento evalúan entre cuatro y siete millones lo que costaría la rehabilitación total, dinero con el que no cuentan y se ven necesitados de financiación exterior. Ya el gobierno local ha conseguido el compromiso del Central, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero estuvo este verano pasado en Sanlúcar.

Quiere recuperar el protocolo de acuerdo alcanzado con el Ministerio de Vivienda del entonces Gobierno de Rodríguez Zapatero a través de su ministra Beatriz Corredor, que el posterior Gobierno de Mariano Rajoy obvió.

El alcalde, Víctor Mora Escobar, explica a ABC que «esperemos que esta llamada de atención sirva al resto de administraciones para que nos ayuden y aporten fondos para recuperar la totalidad del palacio y hagan de esta forma una apuesta decidida por la recuperación del patrimonio, no solo de Sanlúcar, sino de toda la provincia, donde hay mucho patrimonio en malas condiciones».