España y Portugal carecen de mareógrafo y boyas especiales para detectar un tsunami

Unas jornadas universitarias analizan desde hoy en la UCA la probable repetición de una catástrofe así en costas andaluzas

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La Universidad de Cádiz (UCA) inaugura hoy las Jornadas técnicas 'El riesgo de maremotos en la Península Ibérica a la luz de la catástrofe del 1 de noviembre de 1755' en la Facultad de Filosofía y Letras. Más de 200 personas se han inscrito a este congreso organizado por la UCA, el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI.Mar) y el Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD).

La UCA ha explicado que las jornadas se desarrollarán también el viernes con la participación de expertos internacionales para analizar desde unas perspectivas histórica, científica y operativa la «probable repetición de un tsunami en las costas de Cádiz y Huelva, tomando como referencia el acaecido en 1755».

Según se indicó durante la presentación de las jornadas, se trata de una convocatoria científico-técnica, pero que está abierta a la ciudadanía, para explicar lo que ocurrió en el maremoto de Cádiz en 1755, su magnitud, características y los daños y pérdidas que produjo en la zona.

Especialistas multidisciplinares ofrecerán información de cómo se genera y se propaga una catástrofe natural de esta envergadura, así como se estudia y trata de prevenir a través de proyectos europeos desde los sistemas de alerta temprana y por último, cómo disminuir sus efectos sobre las infraestructuras y la población de las ciudades afectadas.

En la presentación de estas jornadas se puso de manifiesto que son un reto, ya que el riesgo de maremoto en las costas de la Península, de Huelva y Cádiz es importante, sin embargo no ha estado suficientemente investigado.

Asimismo, se resaltaba que pese a que la Unesco ha demostrado desde 2005 especial preocupación por los sistemas de alerta temprana, «España y Portugal carecen todavía de un mareógrafo y unas boyas especiales para detectarlo».

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Ponerse a salvo

Durante la presentación de las jornadas se puso de manifiesto que la ciudadanía tiene que saber qué hacer y qué no hacer. Así, se recomienda ante un maremoto no tratar de salir corriendo de la ciudad por ser imposible evacuarla, sino subir a un edificio de hormigón armado que tenga una altura superior a cuatro pisos.

El chivato de un tsunami suele ser un terremoto que todos lo van a sentir, no habrá nadie que no se dé cuenta. Después hay un periodo de oleaje de unos 25 minutos aproximadamente preparatorio que puede venir con una retirada del mar o una subida muy rápida del nivel de agua.

Las jornadas incluyen como actividad práctica el viernes una ruta guiada por los lugares de impacto del maremoto de 1755 en Cádiz. Una visita que comenzará en el Castillo de San Sebastián y que recorrerá la Caleta hasta llegar al Castillo de Santa Catalina.

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