PROVINCIA

Educadores del centro de menores de Chipiona denuncian acoso y agresiones

Los trabajadores afirman tener «miedo» tras los últimos incidentes con algunos internos

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El equipo de profesionales del Centro de menores de Tolosa Latour de Chipiona denuncia que en los últimos meses está viviendo una situación «insostenible» debido a los problemas de conflictividad que sufren de parte de algunos internos. Los educadores han dirigido al delegado territorial de Igualdad de la Junta un escrito en el que se le urge a que tome medidas «que garanticen la convivencia y la seguridad» para que puedan seguir desempeñando con garantías su trabajo.

Según manifiestan, los problemas se han agravado en los últimos meses ya que, como mantienen, se han registrado casos de amenazas, acoso, insultos, fugas reiteradas de las instalaciones, rotura de mobiliario y robos, entre otros. «Los compañeros reciben amenazas constantes de parte de estos menores», cuenta uno de estos trabajadores, quien destaca que hay internos que han llegado incluso a introducir y consumir alcohol y hachís en el propio centro, lo que agudiza los comportamientos «violentos».

Estas acciones han sido ya denunciadas y puestas en conocimiento de la Fiscalía de Menores.

En dicho escrito explican que la mayoría de los menores problemáticos son extranjeros y que «la falta de celeridad» de las autoridades de su país a la hora de tramitar su documentación hace que sean «muy difíciles de motivar y resulta casi imposible trabajar con ellos en valores como el respeto, colaboración, esfuerzo y todos los derivados de una sociedad democrática». Según precisan, muchos de ellos son menores que «ya vienen con un historial de conductas delictivas y de consumo de su país».

Inseguridad para compañeros

En este sentido, explican que la situación pone en riesgo la seguridad también de otros internos ya que la convivencia se complica por la influencia que ejercen estos menores en el resto o porque, directamente, se enfrentan los unos con los otros.

En el medio de esta crispación se encuentran las educadoras (la mayoría de ellas son mujeres). En este sentido, los trabajadores advierten que sufren «miedo» debido a que en algunas ocasiones se han tenido que enfrentar a situaciones «muy violentas» que han llegado incluso a la agresión o el acoso, «tanto verbal como físico» y que, ante dichas actitudes se sienten «indefensos». «Sólo hay vigilantes que cuidan del recinto en el exterior por lo que cuando ocurre algo y se da aviso a la Policía Local, ésta llega cuando ya ha ocurrido lo que sea», lamentan.

Además llaman la atención sobre la diferencia cultural que ha provocado que «rechacen la integración» y no se comporten de manera igualitaria con las mujeres «teniendo que soportar éstas una carga adicional de faltas de respeto y de autoridad». «Cada vez son más las personas que en este centro tienen miedo a la hora de venir al trabajo porque cada día es una historia, no sabes con qué te puedes encontrar», denuncian.

La situación ha generado en ellos «un alto grado de impotencia, frustración y auténtico temor». Por ello, los trabajadores piden ayuda. Entienden que la solución requerirá «su tiempo» pero que «no debe prolongarse más, por el bien de los menores que conviven con la necesidad de ser protegidos y no precisamente de otros iguales».

El sindicato CSIF denuncia los hechos y ha emitido un comunicado en el que reclama a la Junta, responsable de dicho centro de menores, que se tomen «medidas urgentes».

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