La defensa se apoya en las patologías mentales para minimizar las penas

Los abogados de los hermanos Venegas hacían este jueves una extensa exposición para intentar aminorar el daño penal sobre sus representados. Tras la admisión de buena parte de los hechos por los procesados, los letrados basaban su línea de defensa en las patologías mentales y adicciones a drogas y alcohol que, según aseguran, sufren los Cachimbas y que, como aducen, está «plenamente probado en la abundante documentación médica aportada» que refieren los «numerosos» partes de diferentes centros médicos y penitenciarios además de la pensión absoluta concedida por el INSS al mayor de ellos. Por otro lado, advirtieron de la «falta de pruebas objetivas».«No se puede limitar la culpabilidad al testimonio de los agentes, no se puede sesgar el procedimiento sino juzgarlo conforme a la realidad».

Y según la abogada de José y Pedro dicha realidad se ha visto deformada en los medios de comunicación. Según entiende, las publicaciones sobre el caso y «parafernalias» que lo han rodeado llevadas por el «ánimo de venganza y resentimiento» de las víctimas ha hecho que se pierda «la objetividad y parcialidad» del asunto.

En cuanto a José esgrimió que se mantuvo «pasivo» y que lo que hizo fue intentar arrebatarle el spray al agente, momento que su hermano aprovechó para clavarle el cristal. Sobre Pedro, «hablamos de un perturbado mental. Darle la pena máxima sería mirar hacia otro lado». También se refirió al hecho de que los agentes no dispararán al considerar que si se vieron tan acorralados «nadie les impidió el uso de las armas».

En relación a Jorge, su abogado pidió que pague «por los hechos cometidos por él, no por los de sus hermanos». Según aseguró su cliente no pudo ser cómplice porque no participó. «Quería huir no acabar con la vida de nadie». El hecho de que gritara ¡mátalo! cree que no afectó a Pedro ya que éste nada más llegar a la Jefatura se dirigió a los policías con el cristal en la mano. Además destacó la merma que padece en su capacidad tanto intelectiva como volutiva por «todo tipo de patologías mentales», una circunstancia que, como aseguró, se ha respaldado con el testimonio de los agentes que han admitido durante el juicio que «estaba como ido», «histérico» o que «no se podía hablar con él».  

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