RECETAS | DE CAMINO A MI COCINA

Croquetas caseras de pollo

Los secretos de un clásico de la cocina de aprovechamiento

Cádiz Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La receta que traigo hoy son todo un clásico, las croquetas caseras de pollo. Receta Ideal para los pequeños de la casa, siempre y cuando el pollo que utilices esté bien limpio de grasas y no lo hayas cocinado con muchas especias.

Como cuando hago en casa pollo (pollo guisado, pollo al horno o puchero) siempre sobra algo y en casa no se tira nada, hay que aprovechar recursos y emplearlos en otras recetas. Esta es de las recetas de aprovechamiento a la que más se recurre.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

Para la bechamel

60 gr. de harina de trigo

60 gr. de mantequilla

700 ml. de leche entera

Nuez moscada

Pimienta blanca molida

Sal

Para el relleno

Media (1/2) cebolla pequeña

150 gr. de pollo desmenuzado

Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Para el empanar las croquetas

Dos (2) huevos

150 gr. de pan rallado

Sal

Para freír las croquetas

Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

Pela, lava la cebolla y pícala muy finita.

Pon un sartén a fuego medio-bajo y calienta dos cucharadas de aceite de oliva.

Cuando esté caliente, echa la cebolla en la sartén, la sofríes unos diez minutos hasta que esté blandita y comience a dorarse, pero no a quemarse. Si ves que dora demasiado rápido baja el fuego y echa una cucharada de agua.

Trocea el pollo o pícalo en la picadora a tu gusto.

Una vez esté la cebolla bien pochada, haz una bechamel.

Cuando tengas la bechamel lista añade los trocitos de pollo mezclándolos bien para que se integren y repartan homogéneamente.

En una fuente levemente engrasada con aceite de oliva para que no se pegue la masa, la echas, cubres con papel film (bien pegado a la masa) sobre toda la superficie para que no te quede reseca la masa y se forme costra o mete la masa en una manga pastelera como suelo hacer yo y reserva en el frigorífico una vez esté templada.

Cuando la masa esté fría, mejor de un día para otro, comienza a empanar las croquetas, para ello prepara dos platos o cuencos, uno con los dos huevos batidos y un poco de sal (no te pases con la sal que la bechamel ya  lleva y depende como se cocinó el pollo es posible que también tenga) y el otro con el pan rallado.

Coge porciones de masa con una cuchara y dales forma, ya sea con dos cucharas o con la mano. Si has metido la masa en una manga pastelera sólo tendrás que cortar la punta según el grosor que quieras y darle algo de forma.

Pasa primero por pan rallado, sigue con el huevo y de nuevo por pan rallado y repite el proceso hasta que no te quede masa.

Pon una sartén a calentar con abundante aceite de oliva, cuando esté bien caliente fríe las croquetas en tandas pequeñas para que no se te enfríe el aceite y puedas manejarlas bien al darles la vuelta, así se dorarán bien por todos los lados. Las vas reservando en papel absorbente para quitarles el exceso de aceite que hayan podido coger aunque si la temperatura es correcta no absorberá aceite de más.

Curiosidades

El pollo que suelo utilizar como ya he dicho, es el que me sobra de haber hecho pollo asado o pollo en salsa. Siempre puedes utilizar las sobras de un pollo asado que hayas comprado y no sepas que hacer con él. También puedes utilizar una pechuga de pollo a la plancha o cocida de un puchero o cocido, pero lo que se trata es que la receta sea de aprovechamiento.

Si el pollo tiene salsa o caldo también lo puedes aprovechar sustituyendo una parte de leche de la bechamel por el caldo, quedará con más sabor aún.

Hay quien al relleno le echa también un huevo cocido troceado, yo no suelo hacerlo pero seguro que a tus peques (y mayores) les gusta.

Si las croquetas las fríes en el aceite con la temperatura correcta,170º aproximadamente, no absorberán aceite de más, aunque depende del fuego que utilices. Si utilizas una buena freidora no tendrás ese problema.

Ya sabes que si te sobran croquetas o no te vas a comer todas de una sentada las puedes congelar una vez las tengas empanadas y así tenerlas siempre listas para cuando se te apetezcan. No hace falta que las descongeles, simplemente necesitarán un poco más de tiempo para que se hagan bien por dentro.

Si no tienes manga pastelera o mangas pasteleras desechables puedes utilizar una bolsa de congelación y cortarle una punta cuando vayas a usar la masa.

Con estos ingredientes tienes para mas o menos unas treinta croquetas, si quieres mas sólo tienes que repetir la operación o añadir ingredientes proporcionalmente.

¡Espero que os guste amig@s!

Mas en el Blog De Camino a mi Cocina

Ver los comentarios