Convenio Huelga del Metal
Tercera jornada de altercados en Cádiz: No hay acuerdo, continúa la huelga del metal
Los trabajadores del Metal intensifican sus protestas quemando un vehículo y cortando la vía del tren a su llegada a Cádiz
Tercera jornada consecutiva de altercados y protestas en Cádiz capital. Enfrentamientos con la Policía, vehículos y todo tipo de materiales quemados, lo que provocó una columna de humo que se pudo ver en toda la Bahía... y, a través de los medios de comunicación, en toda España. Cádiz vuelve a ser el epicentro de la violencia radical y ayer fueron varios los sectores que pidieron poner freno a esta situación. Entre ellos algunos de los empleados que no están de acuerdo con estas actitudes provocadas, según confirmaron desde la propia Subdelegación del Gobierno de España en la provincia, por agitadores externos especializados en el uso de la violencia.
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La jornada de protestas se inició sobre las ocho de la mañana. Al grito de «¡ Guerra, guerra, guerra !», los trabajadores del Metal concentrados en la factoría de Navantia Cádiz arrastraban un coche abandonado en el aparcamiento de ese astillero. Era sólo la bienvenida a una nueva jornada de protestas que prometía ser larga:fuego, barricadas, humo, lanzamiento de tornillos, piedras, adoquines, etc.
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La radicalización de las protestas es un hecho y está siendo especialmente significativa en la capital, donde la Policía requisó material pirotécnico, tirachinas y canicas, entre otros objetos. La jornada se saldó con un detenido entre los manifestantes y dos agentes heridos leves, uno en la pierna y otro en el rostro.
Como en la jornada anterior, un centenar de trabajadores del metal concentrados en la puerta del astillero de Cádiz volvieron a cortar la Carretera Industrial . Los piquetes prendieron dos enormes hogueras arrojando un vehículo a una de ellas. El coche, sacado por los propios operarios de dentro del aparcamiento de Navantia, ardió provocando una pequeña explosión.
Las protestas se intensificarían a lo largo de la mañana. En una de las acciones más virulentas y vandálicas, el grupo tiró el semáfor o que se encuentra en la avenida y que precisamente regula el tráfico para permitir el acceso y la salida de Navantia. El piquete informativo apostado a las puertas del astillero decidió derribarlo ayudándose de una cuerda y con la fuerza de varios de los trabajadores. « ¡Hay que apoyar a los compañeros!» , gritaban algunos de ellos mientras trataban de echarlo abajo.
El grupo parecía decidido a causar molestias al margen del acceso al astillero y los empleados de la gasolinera que se encuentra justo delante de la puerta mostraban su preocupación por los acontecimientos. La tienda estaba abierta y sus clientes era, irónicamente, los huelguistas, que acudían a por café y bebidas. Nada de coches, a los que se cortó el acceso. Los manifestantes más radicales prendieron fuego a una de las casetas situadas justo al lado del negocio.
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Corte de trenes
Finalmente, miembros de este piquete dieron un paso más y cortaron sobre las 10.45 la vía del tren a su llegada a la estación del centro, situada junto a la entrada del astillero. Para hacerlo utilizaron tubos y piedras y obligaron a un cercanías, que se dirigía a la estación central, a dar marcha atrás y estacionar en San Severiano. Esta situación obligó a una medida de emergencia por parte de Adif y Renfe, situando a la estación de Cortadura como epicentro de entrada y salida de cercanías y la de San Fernando como lugar de origen y destino de los Alvia y Media Distancia.
Mientras tanto, Renfe intentó contratar servicios de autobuses para desplazar a los viajeros, pero se dio la circunstancia de que la estación de autobuses de Cádiz también estaba paralizada por el piquete de la huelga del metal. La situación se recondujo a las 13.23 horas, cuando se restableció el tráfico y el piquete se desactivó.
Los pasajeros del tren Alvia Cádiz- Madrid que salía a las 13.33 horas se quedaron sin poder salir desde la capital gaditana y los pasajeros fueron reconducidos al autobús que les trasladó hasta San Fernando.
Una de las últimas vías en recuperar la normalidad fue la carretera industrial porque después de que los manifestantes marcharan los operarios municipales tuvieron que limpiar la vía y recoger toda la basura generada para que se pudiera reabrir al tráfico.
