MISIÓN EN IRAK

El cerebro gaditano de los 'toros' que luchan contra el terrorismo

La comandante linense Gala Gallego está al frente de la primera unidad de helicópteros del Ejército español desplegado en Irak para combatir al Daesh

La comandante gallego junto a los helicópteros del Ejército desplegados en Irak. EMAD

VERÓNICA SÁNCHEZ

No es la primera mujer al mando de una unidad en Irak. O, al menos, no es solo eso. Gala Gallego es la comandante del primer contingente de helicópteros del Ejército de Tierra que despliega en la misión internacional que lucha contra el terrorismo yihadista en ese país asiático.

Nació en La Línea hace 43 años. Con 20 ingresó en la Academia General Militar y con 25, ya como teniente, fue destinada al Regimiento de Especialidades de Ingenieros 11, en Salamanca. En 2002 finalizó su formación como piloto del Ejército de Tierra, siendo destinada al Batallón de Helicópteros de Ataque nº 1, en Almagro (Ciudad Real). Tras ascender a capitán pasó destinada al Batallón de Helicópteros de Maniobra nº IV en la localidad sevillana de Dos Hermanas. Y, ya como comandante, volvió a Salamanca para después regresar a Sevilla.

El pasado 22 de mayo ‘hizo el petate’ para desplegar en la operación ‘Inherent Resolve’ en Irak durante un periodo estimado de entre seis y siete meses. La comandante Gala Gallego manda la unidad de helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles delEjército de Tierra (Famet), compuesta por 76 efectivos y cinco helicópteros, tres ‘Chinook’ y dos ‘Cougar’, cuya labor es realizar misiones de transporte de tropas y carga entre Bagdad, Besmayah y Taji, las tres localidades en las que hay personal que forma parte de la coalición de lucha contra el Daesh -el autodenominado Estado Islámico-, entre ellos, aproximadamente 500 militares españoles.

La comandante Gala Gallego a los mandos de uno de los helicópteros desplegados en Irak. EMAD

Estos cinco helicópteros llegaron a Taji el 31 de mayo tras haber sido transportados por el buque ‘Juan Carlos I’ desde la base naval de Rota hasta Kuwait, en la que fue la primera misión en el exterior del portaaeronaves. La comandante piensa que este traslado puede marcar un antes y un después, ya que «ha hecho posible el despliegue de una forma autónoma demostrando la interoperabilidad entre nuestras Fuerzas Armadas. Ha sido empleado en uno de los fines para los que se construyó, la proyección estratégica de las fuerzas de tierra».

«Soy de La Línea esté donde esté», afirma la comandante Gala Gallego desde Irak

Una operación compleja

El despliegue de la Task Force (TF) ‘Toro’ , denominación que ha recibido la unidad de helicópteros que manda la comandante Gallego, ha tenido algunas dificultades, «lo cual no es extraordinario en estos casos», puntualiza. «Es una operación compleja, donde hay muchos actores y factores que coordinar y no exenta de imprevistos y contratiempos. Todos se han ido y se van solventado, habiéndose realizado el despliegue según lo previsto», explica la gaditana.

Antes de llegar a Irak, la comandante Gallego ya llevaba otras cuatro misiones en el exterior en la mochila. Fue jefe de operaciones en la primera unidad de helicópteros que desplegó en Afganistán en 2004, dos años más tarde marchó a Bosnia i Herzegovina para volver a desplegar otras dos veces en Afganistán, en 2007 y 2009, como jefe de la unidad de vuelo y jefe de patrulla, respectivamente. « Cada misión tiene sus particularidades . En este caso, la diversidad de operaciones a llevar a cabo es menor que otras anteriores y se trata siempre de vuelos que pueden planificarse con tiempo», detalla desde Irak.

Volver sanos y salvos

Para la linense es un«orgullo» que hayan confiado en ella para ser la comandante de la primera unidad española de helicópteros en el país asiático. «También es un reto, porque iniciar una misión y poner en marcha la maquinaria no es fácil , si además es integrados en una unidad estadounidense lo hace aún más complejo. Hay muchos objetivos marcados, pero en definitiva se trata de cubrir las necesidades de transporte del personal y material de la coalición en todo momento y volver todos a nuestros hogares sanos y salvos, con la íntima satisfacción del deber cumplido».

Un estadounidense y la española conversan durante la misión. EMAD

El trabajo diario con los estadounidenses es «gratificante y didáctico. Siempre hay algo que aprender en cada escenario, y ellos tienen en éste muchos años de experiencia con sus helicópteros. Por otro lado, se desarrolla en un clima de estrecha colaboración, apoyo y respeto mutuo por los procedimientos e idiosincrasia de cada país», cuenta la comandante Gallego.

Señala que la acogida a su unidad en ‘Inherent Resolve’ ha sido «cálida» y que han notado que su presencia es «bienvenida y necesaria» . Ahora se enfrentan al calor y a la fatiga que suponen los vuelos de larga duración y la escasa visibilidad debida al polvo en suspensión.

Durante los próximos meses la comandante Gallego intentará mantener la moral de las casi 80 personas que están bajo su mando, «intentando que las necesidades básicas estén cubiertas de la mejor forma posible, dejando también tiempo para las actividades deportivas y recreativas. En muchos casos, los propios componentes de la unidad tienen iniciativas para realizar actividades en grupo y es necesario que se les permita y facilite que las organicen. Por otro lado, el enlace con las familias es fundamental », señala.

Irak en la mente y Cádiz en el corazón. Gala Gallego no tiene dudas. « Soy de La Línea esté donde esté , y en este caso se echa de menos la tierra no sólo por estar lejos de ella, sino también porque con el calor que sufrimos se añoran su clima y sus playas, para mí las mejores de España».

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