Autorizan el acercamiento de un preso etarra que cumple condena en Puerto I

Sebasten Jon Gurtubay Sánchez , uno de los presos de ETA que cumple condena en una prisión gaditana, concretamente en Puerto I, será trasladado a la cárcel de Daroca, en Zaragoza. Así lo ha ordenado la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior. Además de Gurtubay serán también acercados a prisiones próximas al País Vasco otros cinco terroristas más, según se informaba este jueves en un comunicado. Entre ellos, el histórico jefe de la banda, José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, que será trasladado desde Murcia a Logroño y progresado a segundo grado. Kantauri fue el autor o cerebro del asesinato del concejal socialista Fernando Múgica o del secuestro de Ortega Lara.

Todos ellos han 'aceptado' la legalidad penitenciaria y han remitido escritos en los que renuncian a la violencia y lamentan y reconocen su responsabilidad en el dolor causado a las víctimas . Esta disposición sobre el acercamiento de presos etarras a las cárceles del País Vasco y Navarra está motivando la indignación de las asociaciones de víctimas del terrorismo y algunos partidos políticos que consideran que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está cediendo así a las peticiones de Bildu . Desde que se comenzaron a negociar los presupuestos se ha dado la orden del traslado penitenciario de 17 etarras.

Gurtubay Sánchez fue condenado por la Audiencia Nacional a 20 años por tentativa de asesinato y lleva en prisión desde 2003. Ha cumplido las tres cuartas partes de su condena.

El ataque por el que se encuentra en prisión casi le cuesta la vida a dos ertzainas que sufrieron quemaduras muy graves por todo su cuerpo. Ocurrió en agosto de 2001. El terrorista esperaba junto a otros radicales la llegada de los dos agentes en la zona de la Plaza del Cristo de Portugalete. Les habían tendido una emboscada lanzando cócteles molotov contra una sucursal bancaria para que acudieran al aviso.

Cuando los agentes llegaron al lugar en un coche camuflado fueron asaltados de inmediato por más de una decena de radicales que les tiraron artefactos incendiarios, piedras y tornillería. Uno de los ertzainas recibió la mayor parte de estos cócteles molotov y tuvo que ser rescatado del interior de la patrulla por su compañero, quedando el vehículo completamente calcinado .

Según el parte médico, el agente más grave sufrió quemaduras de primero, segundo y tercer grado en cara, extremidad superior y espalda, que abarcaban casi el treinta por ciento de su cuerpo. Su compañero también presentaba quemaduras en cara, espalda y extremidad superior izquierda con una extensión de un diez por ciento y de una profundidad de segundo y tercer grado.