Juan Carlos Campo Moreno

«Las armas de la comunidad internacional frente al terrorismo yihadista»

París no olvidará la noche del viernes 13 de noviembre de 2015, tampoco Occidente

Juan Carlos Campo Moreno
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  París no olvidará la noche del viernes 13 de noviembre de 2015, tampoco Occidente. El terrorismo yihadista, protagonizado por ISIS, DAESH o Califato musulmán, se le llame como se le llame, pretende dinamitar una forma de convivencia, la nuestra, la que Occidente se ha dado tras muchos siglos de guerras, luchas y búsquedas de la paz. Este nuevo terrorismo, auténtica amenaza para nuestra civilización, no es tan rabiosamente nuevo como pudiera parecer, lo que permite encontrar algunas lagunas en su lucha.

Así, según datos de la University of Maryland entre 1970 hasta 2013 en Europa Occidental se habían censado 15.349 actos terroristas de los que 36 superaron los 10 muertos por atentado. Paralelamente en la zona del Magreb y Oriente Medio se produjeron, en el mismo período, 27.655 atentados de los que 1.365 superaron los 10 muertos.

Pero los atentados de las Torres Gemelas en NY pusieron de manifiesto la presencia de Al Qaeda en occidente y a partir de ahí, Madrid, Londres, Casablanca, por solo citar algunas de las ciudades más sacudidas y así, hasta la guerra en Siria, donde DAESH rompe con los seguidores de Bin Laden y decide optar por una guerra abierta, diferente, contra occidente. Terrorismo en directo, mantenido, como una auténtica acción de guerra, ofrecidas en vivo por Internet, del que hacen un uso abyecto pero tremendamente eficaz.

     Nuestro mundo solo tiene el camino de la acción conjunta y como armas, la fuerza de la legalidad internacional y nacional. Algo es evidente, se ha impuesto la consideración del estado de guerra y el combate solo puede acometerse desde esa legalidad. Si estamos en guerra, tenemos enemigos que combatir.

     En este nuevo rumbo, con el objetivo básico y nuclear de afianzar la seguridad, se enmarca la Resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 2178, aprobada el 24 de septiembre de 2014 que participa de esa naturaleza aludida de la cultura del "enemigo". Baste decir que el término «combatiente» se repite en 54 ocasiones, o la referencia explícita a su derrota(la del terrorismo) mediante la fuerza militar. Del mismo modo se alude al Derecho Penal de la globalización , invocando los planos internacionales, regionales y subregionales o a la necesidad de una respuesta global ante lo que es un terrorismo internacional que supone una amenaza para la paz y seguridad internacional. Acción conjunta que, con un punto nuclear y de origen Siria e Irak, no puede dejar de poner en acción y cohonestación de esfuerzos los servicios secretos y los cuerpos y fuerzas de seguridad nacionales e internacionales para erradicarlo, mientras que las legislaciones nacionales se arman con instrumentos propios de un Derecho Penal de corte excepcional y amplia respuesta. Han de cubrirse con los Códigos Penales y siguiendo la Resolución 1373 (2001) las conductas atinentes a la financiación, preparación o comisión de actos o que presten apoyo a esos actos.

     En España y tras los atentados contra los redactores del semanario Charlie Hebdo, también en París, surgió el nuevo Pacto contra el Terrorismo firmado por los dos grandes partidos, PP y PSOE (Ciudadanos ha dicho querer suscribirlo) y que consolidaron en la modificación del Código Penal que soluciona toda una serie de comportamientos peculiares de este ámbito terrorista, desde un nuevo concepto de terrorismo a figuras como el adoctrinamiento y adiestramiento activo y pasivo, tránsito, incluido el sexual, a zonas de conflicto o retorno de ellas, o la regulación de la reincidencia internacional. Es la hora de la unidad de acción.

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