Los pepinos estaban secándose al sol en una azotea de Cádiz.
Los pepinos estaban secándose al sol en una azotea de Cádiz.
SUCESOS

«750 carajos de mar son demasiados para venderlos como cebo»

El furtivo, que los tenía secando en una azotea del centro de Cádiz, declaró ante el Seprona que los iba a comercializar para la pesca, pero esta versión no resulta muy fiable

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Tenía 750 ejemplares de holoturia, también conocidos como pepinos o carajos de mar, secando en la azotea de una casa del centro de Cádiz. Los quería deshidratar para conservarlos así y luego comercializarlos. Pero no pudo. Gracias a la colaboración ciudadana agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) lo pillaba ‘in fraganti’ este martes. Según les dijo, tenía estos 750 pepinos de mar secando en esa terraza para venderlos como cebo de palangre ya que había recibido un encargo. Pero esta versión ha sembrado ciertas dudas porque eran «demasiados»para tal cometido.

Los holoturoideos o pepinos de mar son una especie de equinodermos bastante comunes en el litoral gaditano, sobre todo en la playa de La Caleta, donde pueden encontrarse (cada vez menos, alertan los expertos) por las zonas rocosas.

El Seprona recuerda que se trata de una especie esquilmada en el litoral y abocada a su desaparición si no se la protege, por lo que este furtivo se enfrenta por una infracción grave a una multa que podría llegar hasta los 60.000 euros.

En este caso, la gran cantidad de ejemplares incautados hace que las sospechas apunten a que esta mercancía podría estar destinada a restaurantes chinos de la zona ya que este animal esta muy valorado en la gastronomía asiática. Algunas de sus entrañas se utilizan en comidas como el sushi, y también se comen, una vez desecados y vueltos a hidratar, en sopas, típicas especialmente en China, en donde también está considerado un caro manjar con fuertes poderes afrodisíacos. Eso sí. No va en carta. Se utiliza pero no se anuncia. Además, este segundo fin es mucho más rentable ya que el precio con el que se vende para cocina supera con creces lo que se da por este animal como cebo.

Este tipo de incautaciones son habituales aunque debido a la escasez de las capturas cada vez son menos. En 2014, se pilló a cuatro mariscadores sin licencia con 300 kilos. Entonces, los propios pescadores dijeron que los habían cogido para venderlos a un tercero.

En 2010 la Policía Local sorprendió a tres ciudadanos chinos capturando pepinos de mar en La Caleta, concretamente en las rocas cercanas al Castillo de San Sebastián. Cuando se les cogió ya habían pescado cincuenta kilos y no dudaron en contar que los utilizaban en su restaurante de Chiclana.

Desde el Seprona se alerta de que estas capturas al ser ilegales no pasan por ningún control sanitario con el peligro que ello conlleva para el posible consumidor. Además, a los que los capturas y trafican con ellos, también se les pueden imputar, por esta misma circunstancia un delito contra la salud pública.

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