Tsunami Cádiz

Así frenó la Virgen de la Palma el terremoto de Lisboa de 1755

El secretario de la archicofradía en ese momento redactó en una crónica aquel milagro

Tsunami de Cádiz y la virgen de la Palma

A. M.

Hace justo 266 años del conocido maremoto que inundó buena parte de la ciudad de Cádiz y también de la provincia. « En el día 1º de Noviembre de 1755, siendo como las 10 de su mañana, se experimentó en esta ciudad un fuerte terremoto, enfureciéndose en su seguida el mar...». Es lo que narra una crónica de la época redactada por un hermano que era el secretario de la archicofradía de la Palma.

Dice además que entonces, dos sacerdotes, Fray Bernardo de Cádiz y Francisco Macías salieron a la calle acompañados por varias personas. «Llegando ya casi a mojarse los pies, y dando el padre capellán Macías con la vara del Guión en el suelo, dijo en voz alta: «¡hasta aquí Madre mía!» . Entonces, sucedió el milagro y la Virgen de la Palma frenó el maremoto y lo que podía haber sido una enorme tragedia.

Aunque la historia del tsunami de Cádiz es conocida son muchos los expertos y estudiosos que la han analizado, el historiador Antonio de la Cruz trabajó directamente con el archivo de la cofradía de la Palma del que sacó importantes valoraciones sobre este acontecimiento . «La localización de la crónica explica minuciosamente cómo la fuerza del mar entra por la Viña desde la Caleta y va arrasando y arrastrando trozos de lienzo de muralla y del hospicio».

Destaca a su vez la importancia del contenido de esta crónica desde el punto de vista histórico y social. «Aparecen las figuras de los clérigos con el estandarte y un crucifijo que hoy en día aún se conservan en la iglesia de la Palma. Además se recoge que los vecinos corren despavoridos a lo que es la actual sacristía, donde se ofrecía misa ya que, en 1754, la iglesia sufre un incendio y aún entonces estaba por restaurar».

La trascendencia de esta cita se recuerda de forma muy especial en Cádiz cada 1 de noviembre. Nadie es indiferente a un suceso que conmocionó entonces a la ciudad . De hecho, al estudiar el archivo de la archicofradía de la Palma, De la Cruz descubrió escritos entre la corporación y el Ayuntamiento en los que se pidió permiso para procesionar. «Son cartas de los años posteriores. Desde principios del siglo XIX en las que se invita a los vecinos y se pide permiso para salir en procesión con el estandarte y el crucifijo original. Posteriormente se emplean unas réplicas por el delicado estado de conservación de ambos», explica De la Cruz.

Pero además, en los archivos que recogen la historia se pone de relieve la vinculación entre el barrio de la Viña y la archicofradía de la Palma, que ha existido siempre. «Es algo que siempre se ha dicho pero es muy importante encontrar documentos que sirvan para reafirmarlo ya que otra de las cosas que encontramos en el archivo es el listado de hermanos de la misma y eso nos hace ver la unión de la gente de la Viña con la cofradía ».

E igualmente se refleja que tuvo también especial relevancia el por entonces gobernador civil de Cádiz. «Decidió cerrar las salidas de la ciudad porque si no lo hace las bajas de personas hubieran sido mucho más elevadas» .

Al margen de los escritos, hoy en día permanecen distintos elementos que recuerdan a gaditanos y visitantes aquel suceso extraordinario que conmocionó a Cádiz . Además del estandarte y el crucifijo que se conservan en la iglesia, en la calle de la Palma hay una placa que indica hasta dónde llegó el agua. «Está señalizado junto al cuadro que conmemora el milagro e intercesión de la Virgen de la Palma para frenar el maremoto y fue una altura de dos metros aproximadamente», explica De la Cruz.

De la capital a Medina

El maremoto en Cádiz viene provocado por uno de los fenómenos más destructivos de esa época, el terremoto de Lisboa y en Cádiz se dejó sentir en toda la provincia. Por eso De la Cruz se desplazó al archivo de Medina para estudiar los documentos que allí se conservan. Encontró un escrito con los daños que causó el terremoto en la zona. En él se recoge cómo el temblor duró entre diez y quince minutos y posteriormente se produjeron los daños.

La crónica que se encuentra en la Fundación Casa de Medina Sidonia enumera los estragos que el maremoto causa en las distintas poblaciones. Algunas resultaron más afortunadas y otras no tanto. Chiclana y Conil fueron de las que se llevaron peor parte. Otras localidades como Medina, Sanlúcar, Jimena, Vejer o Jerez no sufrieron tanto. «Este documento del maremoto expone lo que sucedió en toda la provincia y además destaca algo importante que es que en Cádiz hacía esa mañana un calor fuera de lo normal para tratarse de un mes de noviembre», explica De la Cruz.

Aquel 1 de noviembre de 1755 muchos pensaron que la mejor forma de salvar sus vidas era huir de Cádiz , pero el mar les pasó por encima en San Fernando. Dicen que en la costa de Cádiz fallecieron unas doscientas personas. Por eso De la Cruz insiste en que hacen falta medios para conocer la verdadera historia de la ciudad y aprender de ella. «Se deberían hacer inversiones y proyectos de investigación en los diversos archivos y bibliotecas privadas de Cádiz. Es la mejor fórmula para conocer a los ciudadanos de la época y para saber qué pasó».

Los expertos, convencidos de que volverá a pasar

Los expertos señalan que el riesgo de que Cádiz sufra un nuevo maremoto es muy alto. Aunque no se puede predecir cuándo se produciría, tampoco hay científicos que nieguen lo contrario. Desde el Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD) se ha insistido en que esta situación podría repetirse de una forma mecánica cada 500 ó 600 años aunque no se puede concretar.

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