DE UN DÍA PARA OTRO

De profesión, andaluz y gaditano

Los Remedios, la carpa, el González Hontoria. Qué más dará. La cuestión es tener el escenario para exhibir acento, arte, gracia, pose, más gracia y exageración, mucha. Que se note lo que decimos que somos. A ver si se va a notar lo que somos

Macarena Olona, cerca de un gorila de pega, ayer en la Feria de Abril de Sevilla. EP

P.L.G.

Caballero Bonald dejó hechas cosas ricas. Un detalle. En vez de meterlo en 'tuppers' de madre o abuela, lo encuadernó. Asombro: no caduca. Nunca se estropea. Hizo una delicia con las sobras del grasiento manoseo que los propios andaluces, todos, hacemos a conveniencia y según la ocasión de t ópicos, acentos, poses , giros. Luego nos enervamos cuando los escupe algún agente externo -los del salacot, mesetarios, asesores, candidatos, independientes, turistas...- por avaricia, torpeza o incapacidad. Afirmó el jerezano varias veces que «detestaba a los andaluces profesionales». Sabía de lo que hablaba. Los había sufrido por cuna y aficiones. Ignoraba entonces que su desprecio devendría en pandemia con un cóctel letal de estupefacientes sociales: redes sociales ubicuas, decadencia periodística y degeneración política.

La Viña-Los Remedios-La Parra

Donde pone andaluces coloque el gentilicio de su pueblo, el de su ciudad o localidad, el de su provincia o comarca. Qué cambia. Siempre hay profesionales. Hace mucho de la foto de Kichi y Tere en La Caleta pero su ejemplo queda renovado a diario por Macarena, Juanma, Juan y los suyos en cualquier feria, ante cualquier imagen, romería o ritual, en un palco cualesquiera, allá donde ven una cámara, una tradición, una costumbre. Debe de ser triste que tu trabajo consista en llamar la atención. A no ser que seas artista.

¿Cuál es mi cámara?

Como algún futbolista agotador y tantos aficionados a las coplas, a tantas cofradías, a un equipo de 'furbo'. Siempre con mono de aplauso y risa. Un chute más de arte y gracia , por caridad. Una cámara, un micro. Los ven y se les dispara la sed. La tele rosa siempre se disfrazó de verde y blanco para burla de rojos y azules, vetustos y milenials. Alguna comunicadora iluminada se vuelve 'celebrity' -tipo Joaquín Reyes- y vende igual una almohada que bitcoins. Todos tienen el título. Gaditanos diplomados. No quiera la Virgen del Rosario que se les olvide recordarlo siquiera un día. Quieran San Servando y San Germán que a nosotros, sí.

La carpa de las calesas

Cada mañana, al abrir el móvil, la radio, la prensa, habrá más. Siempre habrá una feria, un carnaval, o dos, unas elecciones. Luego nos escandalizamos si alguien usa el plumero lleno de polvo y tópico que les damos para pintarnos la cara de payaso triste. Entre los andaluces profesionales con afán comercial o político (si se distinguen) y la legión extranjera, más millares de aspirantes amateur se suma una multitud. Esa que impone una verbena aunque no quepa, aunque pueda doler, aunque no sea fecha, ni sitio, ni hora. El mundo del toro siempre fue pudiente aunque en Cádiz no tuviera plaza. Es lo que tiene vivir en una tierra gobernada por un extraño partido: el COAC. Por los malcriados en la barra pegajosa de la carpa. Cómo progresan los gaditanos profesionales. Como renta. Y siempre en pareja. El Marrajo de Oro goes to...

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