Educación

Los padres del IES Drago de Cádiz recuperan la biblioteca

El Instituto de Educación Secundaria ofrece las instalaciones a sus alumnos por las tardes

Varios alumnos estudian en la biblioteca del IES Drago de Cádiz A. VÁZQUEZ

Nuria Agrafojo

Los padres de los alumnos se han convertido en un pilar fundamental en la educación. La implicación de las familias está presente en todo lo que rodea a los centros escolares y un ejemplo más de ello lo encontramos en el Instituto de Educación Secundaria Drago de la capital gaditana.

Un grupo de padres voluntarios se ha puesto manos a la obra para abrir la biblioteca en horario de tarde . Desde hace algunos años, el centro se vio obligado a cerrar estas dependencias al no contar con personal suficiente en esta franja horaria para controlar el servicio. Tras trasladarse los ciclos formativos que estaban en horario de tarde a la mañana, la dirección perdió recursos humanos para ejercer estas tareas de supervisión y, por tanto, se vio obligado a suspender la actividad y el servicio a partir de las dos de la tarde.

Finalmente, han sido los padres de los alumnos los que han creado turnos para hacerse cargo de estas dependencias y que los estudiantes que lo necesitan puedan hacer uso de la biblioteca precisamente en el horario más adecuado. «Ha sido fundamental el esfuerzo de las familias. Tenemos la suerte de que un grupo de padres voluntarios van a dedicar parte de su tiempo a vigilar la sala, que así podrá ser aprovechada por nuestros alumnos para leer y estudiar. De esta manera, la biblioteca preservará el valor de un espacio de silencio y concentración», apuntó Salvador Hernández, director del IES Drago.

No obstante, se trata de una experiencia piloto que incluso aumentará el horario de apertura en caso de que así lo demande el alumnado. «En principio, hemos empezado con un horario de cinco a siete y media de la tarde de lunes a jueves, porque creemos que con dos horas y media es suficiente para dar respuesta a la demanda actual. En caso de que veamos que los alumnos están respondiendo, nos planteamos incluso ampliar aún más este horario», agregó.

Con vistas al mar

No obstante, Hernández aclaró que este espacio no será habilitado para los trabajos en grupo de los estudiantes, ya que estos requieren de un diálogo para poner puntos en común, que choca frontalmente con el espíritu de silencio que debe imperar en una biblioteca.

«Tenemos otros espacios disponibles para aquellos alumnos que necesiten hacer algún trabajo», explicó. Asimismo, puso de relieve que durante el periodo de tardes se suspenderá el servicio de préstamo de libros, que se mantendrá durante el tiempo del recreo, tal y como se viene haciendo en la actualidad bajo la supervisión del coordinador.

Además, el responsable del instituto destacó las impresionantes vistas al mar con las que cuenta la biblioteca de un centro que tiene una situación privilegiada, a pie de playa y en pleno Paseo Marítimo de la ciudad.

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