Una novela del viaje al amor tardío y la vejez

Los últimos años vividos parecen aún más oportunos para pensar la vejez, para sentir el deterioro que llega a los afortunados que sobreviven, a los que experimentan los efectos más extremos del paso del tiempo, para fabular con el uso que se dan al último tramo de la vida, al último cuarto, a partir de los 60 años, con un amor joven y contrariado de fondo. Con las Islas Galápagos como escenario en el caso de esta obra. Los seres humanos, como el resto de los vivos, son alérgicos al correr de los días pero los síntomas se van mostrando de forma gradual, progresiva. Esa reflexión es una de las muchas que puede extraerse de 'Darwin o el origen de la vejez', la obra de Federico Jeanmaire que se ha llevado el XXII Premio Unicaja de Novela .

Esta creación del autor argentino ha recibido este miércoles, en la sede gaditana de la calle San Francisco, uno de los galardones literarios más prestigiosos de España e Iberoamérica, dotado con 18.000 euros, la estatuílla de Fernando Benítez y a la publicación de la obra por Alianza Editorial . Además, tiene el añadido emocional de llevar el nombre del chiclanero eterno y transoceánico, Fernando Quiñones. Su viuda, Nadia Consolani, «alma de este premio» según la editora y jurado Valeria Ciompi, no pudo estar en la entrega pero «la vivió con emoción como cada año». Otro miembro del jurado, el autor Juan José Téllez, reiteró «lo emocionante de que la memoria de Fernando Quiñones siga viva en Cádiz, a menudo tan olvidadiza».

La novela que se ha alzado con el vigésimo segundo Fernando Quiñones de Novela que convoca Fundación Unicaja ha ido a parar al escritor y profesor argentino Jeanmaire, que recogía con sentimiento contenido el trofeo y lo que significa de manos de Rafael Muñoz, que ha presidido el acto y el jurado , completado por la librera Lola Larumbe y el responsable del Centro Fundación Unicaja de Cádiz, Javier Vela.

‘Darwin o el origen de la vejez’, definido como «un libro de viajes... Pero interiores y vitales» por Juan José Téllez se ha impuesto a 1.305 novelas presentadas. Procedían de países como Austrialia, Canadá, Argentina o Alemania, por nombrar cuatro dispares y distantes, «todas las provincias españolas han tenido también representación entre los participantes», destacó Rafael Muñoz.

Tanto Téllez como Valeria Ciompi resaltaron la amenidad y la presunta «apariencia liviana del texto, que puede parecer un divertimento pero nunca es frívolo , por ser rico en matices y sutilezas. Merece ser leído con gusto y calma». La editora adelantó el largo periplo promocional que tendrá la obra por Málaga, Sevilla, Madrid o Barcelona, antes de concluir con su presentación, en mayo, en la Feria del Libro de Buenos Aires. La propia Ciompi confesó que desde la primera lectura de manuscrito, la obra ganadora le «fascinó, apasionó y divirtió».

La ligazón con Argentina, que tanto vivió Fernando Quiñones, ha sido otro de los «círculos cerrados» por este premio. El autor, Federico Jeanmaire, nació en Baradero (Argentina) en 1957 y es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires, donde ha ejercido como profesor de Literatura Argentina . Como investigador del Siglo de Oro, fue becado en 1990 por el Ministerio de Relaciones Exteriores de España para trabajar en la Sala de Manuscritos de la Biblioteca Nacional, en Madrid.

Jeanmaire ha escrito más de una veintena de obras por las que ha obtenido diferentes reconocimientos , como el Premio Especial Ricardo Rojas, a la mejor novela argentina escrita entre 1997 y 1999, otorgado por el Gobierno de Buenos Aires, a su obra ‘Mitre’. También obtuvo el Premio Emecé de Novela en 2008 por ‘Vida interior’ y el Clarín de Novela 2009 con la obra ‘Más’. Además, ha sido finalista del Premio Herralde de Novela por su trabajo ‘Amores enanos’. Sus libros han sido traducidos a varios idiomas.