El dueño del bar Grimaldi exige a Salud la reapertura de su negocio tras la intoxicación

El propietario del restaurante Grimaldi cree que el mes y medio transcurrido desde la clausura de su negocio a consecuencia de la intoxicación masiva que afectó a a más de un centenar de personas que consumieron tortilla en mal estado ya ha sido suficiente castigo.

Por este motivo, el dueño del establecimiento ha presentado esta semana ante la Delegación Provincial de Salud un escrito de alegaciones al acta de cese de actividad dictado por las autoridades de la Junta de Andalucía tras lo sucedido el pasado lunes de Carnaval.

En este escrito, el dueño solicita la reapertura de su negocio, que a día de hoy se mantiene totalmente clausurado e incluso ha desaparecido de la fachada el cartel con el nombre del local.

Sin embargo, desde la Administración autonómica no están dispuestos a pasar por alto ni un solo detalle y garantizan que para otorgar el permiso de reapetura van a vigilar que el negocio cumpla estrictamente con la normativa vigente en materia sanitaria.

Entre otros aspectos, los técnicos han solicitado al propietario, entre otros requisitos, la limpieza y la desinfección profunda del local. En segundo lugar, consideran fundamental la subsanación de las numerosas deficiencias recogidas en el acta de cuando los inspectores estuvieron domingo y lunes de Carnaval.

De hecho, el informe de Salud tras investigar los hechos, concluyó que fue la pésima manipulación y conservación del producto el motivo de este brote masivo que afectó a 112 personas. Asimismo, desde la delegación también se le exige la aportación de un sistema de autocontrol actualizado y adaptado a la actividad, así como la acreditación de un nuevo proceso de formación a sus empleados en materia de higiene alimentaria de los manipuladores.

Además de todos estos requisitos que el dueño del restaurante Grimaldi debe cumplir, los técnicos de la Delegación de Salud estarán vigilando muy de cerca todo el proceso. De hecho, una vez que aporte evidencias de que ha acometido todo esto, el personal del Distrito de Atención Primaria Bahía de Cádiz-La Janda irá a verificar «in situ» lo solicitado. Será entonces, cuando todo esté ecorrecto, cuando la Delegación de Salud firmará oficialmente la reapertura.

Hay que tener en cuenta que se trata de la mayor intoxicación alimenticia que ha sufrido la hostelería gaditana y donde además también se está investigación su posible relación con la muerte de un joven de 26 años, que falleció tras consumir en el establecimiento.

De hecho, el Juzgado de instrucción número 2 de Cádiz, dirigido por el juez Miguel Ángel López Marchena, mantiene abierta una investigación para determinar si en la intoxicación alimentaria se pudo incurrir en un presunto delito contra la salud pública. Serán las autoridades judiciales las que tendrán que dirimir responsabilidades sobre este asunto.