Carnaval de Cádiz 2022

Al Carnaval ilegal de Cádiz no lo detiene nadie

Tras un año de ausencia, las calles de la capital vibran al compás de las agrupaciones que se han animado a participar en febrero

Calles abarrotadas en el inicio del carnaval 'ilegal'. Francis Jiménez

José Pedro Botella

La dualidad de las máscaras de Talía y Melpómene –musas del teatro griego que representan a la alegría y a la tragedia, respectivamente– se ve reflejada en el Carnaval de febrero de 2022 . La ciudad recupera su fiesta después de la pandemia –motivo de júbilo–, no obstante, el precio a pagar ha sido que ésta regrese en un formato desorganizado, mal promocionado y con grandes ausencias; además de portar la etiqueta de «ilegal».

No está de más recordar que los gaditanos, al igual que el resto del mundo, se han acostumbrado a «ilegalizar» multitud de situaciones y costumbres , intrínsecas al ser humano. Hace solo unos meses estaba prohibido salir del ámbito del hogar, excepto causas justificadas de máxima necesidad; viajar se ha transformado en toda una hazaña que empieza y termina con esa sensación de vértigo que produce practicarse un test, aunque la persona jure y perjure encontrarse bien; relacionarse con compañeros, amigos y familiares es un factor de riesgo; los abrazos son gestos prohibidos y de mal gusto, ni hablar de besarse; las emociones deben saberse expresar y leer a través de la tela de una mascarilla; lo que hoy es rutina, mañana puede ser delito.

El Carnaval de Cádiz siempre ha sido un verso libre , espíritu reivindicativo y contracultural, que ha vivido –o dejado de hacerlo– a la sombra de una pandemia. Poco importa la amenaza de temporal, las restricciones o las limitaciones. Aunque con menos bombo, la fiesta iba a celebrarse pasase lo que pasase, lo que obligó al alcalde de la ciudad, José María González Santos 'Kichi', a ceder y facilitar un mínimo indispensable. Si en febrero de 2020 uno de los disfraces con más 'guasa' fue el de coronavirus, el del test de antígenos ha sido uno de los protagonistas de este año. Así es Cádiz, los gaditanos y su idiosincrasia. Al carnaval ilegal no le detiene nadie.

Disfraces y muchas ganas de carnaval. F.J.

Pregón oficioso

Los actos oficiales del Carnaval ilegal de febrero, organizados por la plataforma Coordinadora por el Carnaval, se llevarán a cabo hasta el próximo 6 de marzo (Domingo de Pirata), aunque la mayoría de las actividades se concentran en sus primeras cuatro jornadas.

Alrededor de la 13:30 arrancó la primera de las acciones previstas: el pregón, oficioso, a cargo del investigador y autor Francisco Sevilla Pecci y su nuevo coro 'La Banda del ilegal' . Los artistas se dieron cita en la calle Baluarte de Santa Elena, junto a las Puertas de Tierra.

Sevilla Pecci, quien participó como compositor y letrista en el COAC de 2020 con el coro 'Cádiz resiste', ha sido el encargado de iniciar el Carnaval de febrero. A las puertas de la peña Paco Alba, centenares de personas han disfrutado de la primera de las actividades del sábado. « Estamos ante un sábado de carnaval ilegal, ante un pregón ilegal y ante el inicio de una semana de carnaval ilegal. Quizás la más ilegal de la historia. Sinceramente, para mí esta es una de las cosas más surrealistas que me ha pasado en los 34 años que llevo saliendo. Pero también es una de las más bonitas», comenzaba en su discurso el autor.

«Es un día histórico para el carnaval de Cádiz», proseguía remarcando que «hoy es Sábado de Carnaval y es legítimo. Hoy es Sábado de Carnaval en todo el mundo, Cádiz no puede ser menos. El Carnaval no es una elección, no es un capricho y no es una marioneta . Es como el día de Navidad o como el Jueves Santo, tiene su fecha instaurada desde hace siglos y el Sábado de Carnaval es cuando es; y es hoy», sentenciaba.

«Todos somos conscientes de las dificultades que estamos atravesando. Tiene mucho mérito que hoy el coro haya podido estar. Yo nunca voy ha poder ser pregonero oficial, eso lo tengo claro. Nunca hubiese imaginado poder pregonar un carnaval que, teóricamente, no existe. Pero ni yo soy un fantasma ni vosotros sois de mentira. Vamos a dar el pistoletazo de salida a la Semana de Carnaval de febrero, en la que Cádiz volverá a brillar con todo su esplendor y demostrará que posee en su interior una fuerza incontrolable. Los carnavaleros contamos con una fuerza tan grande que es capaz de traernos hasta aquí», finalizó Francisco Sevilla Pecci.

Pregón de Francisco Sevilla Pecci. F.J.

Carnaval itinerante

Tras dos años de ausencia, las calles de Cádiz vibran al compás de pasodobles y cuplés. El Carnaval «ilegal» arrancó de forma tímida . La situación sociosanitaria, la cuestión meteorológica –ante la posibilidad de unas precipitaciones que nunca existieron, para lamento de los embalses gaditanos– y la concentración en San Juan de Dios contra la guerra fueron demasiados frentes abiertos que terminaron enfriando los ánimos.

Los más irreflexivos se aventuraron a tildar de fracaso al Sábado de Carnaval. Esas palabras tuvieron que ser engullidas a medida que pasaban los minutos. Tras el pregón a las puertas de la peña Paco Alba, la programación prosiguió con la actuación de agrupaciones en la calle Zorrilla y sus alrededores, desde las 14:00; la actuación de Agrupaciones y Antologías Carnavalescas en Peña Paco Alba, a partir de las 14:30; la actuación de agrupaciones en la calle La Palma, en colaboración con hosteleros y la Federación de Peñas Caleteras, desde las 16:00; la actuación del showman Roberto Osorno (Williams Humbert), que se emplazó en Plaza de la Libertad junto a los establecimientos Mesón las Brisas, Taberna Almarcen o El Merodio; el concurso de máscaras por las calles del casco antiguo de la ciudad; Plaza del Mentidero, Veedor, San Antonio, Ancha, Novena, Palillero, Columela, San Francisco, Nueva, San Juan de Dios, Pelota, Catedral, Compañía...hasta la Plaza de Las Flores; y durante todo el día, recorrido de Romanceros y Agrupaciones ilegales principalmente por las calles del casco antiguo parando entre otros lugares en Plaza El Palillero, escalinata de Correos, Plaza de las Flores, puerta de la Torre Tavira, Sargento Daponte, Pasquín, Callejones, Armengual (San Lorenzo), Mateo de Alba, Portería de Capuchinos, Macías Retes, Paco Alba, Sagasta, placita del Oratorio de San Felipe, puerta del Teatro de la Tía Norica, Arco del Pópulo, Rosario, Vargas Ponce, Posada del Mesón… Todo ello sin contar los espectáculos privados en los locales Café Teatro Pay-Pay (El Pópulo), Momart (Punta San Felipe) o El Potito y la Sala Serendipia en extramuros.

Las calles de Cádiz se llenaron de gaditanos, de provincianos y de turistas que, con mayor o menor acierto y gracia a la hora de disfrazarse, decidieron recorrer la capital en busca de las ilegales y sus coplas. Decenas de autobuses procedentes de otras regiones de Andalucía facilitaban viajes de ida y regreso en la misma fecha. Todo planteado para revivir el carnaval.

Sin embargo, aunque los negocios hosteleros han podido recuperar el aire después de muchos meses de lucha, es probable que los visitantes hayan podido llevarse un recuerdo agridulce. El de febrero de 2022 es un carnaval ilegal, programado con pocos elementos y artesanal, confeccionado por los propios autores. Durante la tarde del sábado, numerosos grupos se mostraban decepcionados después de haberse acercado hacia las emblemáticas Plaza del Mentidero, de la Libertad o Topete y quedarse con las manos vacías de repertorios. Lo más comentado entre pandillas ha sido aquella frase de «¿dónde vamos ahora?». Un desconcierto que podría haberse evitado.

También resultaba interesante comprobar el comportamiento de la ciudadanía en estas fiestas. Escasas horas antes, se confirmó que el dispositivo de seguridad representaría el 75% respecto a cualquier otro Carnaval oficial. Asimismo, la Policía Local dejó claro que, en el caso de la llamada de vecinos ante la aglomeración de público en plazas o calles, los agentes no iban a intervenir para desalojarlas, pero sí en los supuestos de altercados que pudieran producirse.

No obstante, todas las miradas externas y ajenas a la celebración han estado puestas en la pandemia . El ejemplar comportamiento de los gaditanos y visitantes se fue apagando al ritmo que crecía el ambiente. La mascarilla terminó siendo como aquel complemento que consideras imprescindible antes de ir a un importante evento social, pero que luego acabas dejando en el coche. Parecía que el coronavirus se marchaba a la misma velocidad que se ponía el sol. Los datos de la incidencia acumulada en las próximas semanas emitirán su veredicto sobre si este carnaval ilegal debió suspenderse o celebrarse por todo lo alto .

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