Servicios Sociales
«A Asuntos Sociales no le importa que haya personas sin hogar muriéndose en la calle»
Voluntarios de la asociación Despertares demandan la necesidad de que los equipos de calle aborden 'in situ' los problemas de salud que tienen muchos sin techo de la ciudad que no pueden desplazarse
Voluntarios de la asociación Despertares que atienden a personas sin hogar que viven en las calles de la ciudad han denunciado la falta de sensibilidad de la delegación de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cádiz en relación a este colectivo tan vulnerable.
Para Alejandro Fernández Núñez, la concejal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cádiz, Helena Fernández , « no sé cómo puede dormir tranquila sabiendo que hay personas muy delicadas de salud que se están muriendo en la calle, y no hacen nada».
A juicio de este voluntario de la asociación Despertares, que también atiende a los animales de las personas sin hogar y a las colonias de gatos que existen en la ciudad, « es fundamental la labor de los equipos de calle , que a día de hoy no están haciendo su trabajo».
Alejandro Fernández insiste en que hay personas que, por distintas circunstancias, no pueden trasladarse a un centro de salud, a un hospital o al centro de atención de personas sin hogar, «por lo que sería necesario que psicólogos, médicos o personas que estén formadas y preparadas trataran a estas personas acudan a los lugares en los que viven o duermen para prestarles la debida atención».
Como ejemplo pone la situación que están viviendo dos personas en las calles de la capital. El primero de ellos vive en la plaza de Jerez. Asegura que «le conocen como Bigmanta, tiene unos 56 años y vive en la calle desde hace varios años. Subsiste por comida que le llevan algunos vecinos y por voluntarios como nosotros que estamos siempre pendientes de él».
Añade que «tiene problemas de corazón, hígado, riñón y posiblemente de próstata, porque se orina encima. Tiene las piernas muy hinchadas y no puede andar ».
Tras una de las visitas que le hicieron Alejandro y otros compañeros en los últimos días asegura que: «le debió dar algo malo y estuvo cerca de un minuto sin respirar. Tuvimos que reanimarlo . Hemos dado parte a Servicios Sociales, Policía y a la coordinadora de personas sin hogar, que aunque estuvo allí el este domingo, no ha dado una solución al respecto».
Insiste en que «Bigmanta se está muriendo en la calle y a nadie del Ayuntamiento le importa . Su estado de salud es muy grave, necesita un médico y que lo atienda gente especializada porque él por sí mismo no quiere acudir a un centro sanitario. Tan solo se quiere morir de manera que no sufra tanto».
Por otro lado, estos voluntarios aseguran que en la calle Barbate hay una persona de unos 70 años de edad que está durmiendo en un coche desde hace meses. «Durante el día está fuera y sobre las seis de la tarde regresa a su vehículo, que limpia a diario, para prepararse para pasar la noche. Soporta humedad y duerme doblado y con una bolsa de plástico amarrada en el cuello porque tiene problemas de salud vomita por las noches».
Alejandro Fernández señala que «por lo poco que sabemos es un hombre que ni bebe ni fuma pero que cuenta con problemas de salud y necesitaría ser atendido porque cualquier día nos enteraremos que se ahogado en su propio vómito».
Equipos de calle con urgencia
Desde la asociación Despertares, su portavoz, Carlos Alberto Sánchez Grimaldi, señala que los equipos de calle «de los que tanto se vanagloria el equipo de Gobierno deberían de estar ahí precisamente, en la calle, y por lo visto hasta el próximo 8 de junio no estarán operativos» .
En su opinión, durante el confinamiento de las personas sin hogar en el centro náutico Elcano , «estos equipos de calle también deberían de haber estado en funcionamiento porque muchas personas decidieron dormir en las calle y no les atendía nadie. Solo vecinos de la zona y nosotros que hemos estado llevándoles alimentos y productos de primera necesidad».
Asimismo, Sánchez Grimaldi considera que el hogar Fermín Salvochea también tendría que haber tenido un servicio de guardia durante el estado de alarma «para permitir a las personas que estaban en la calle ducharse o lavar su ropa, algo que han tenido que hacer en las fuentes que no tenían cortada el agua».
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