A pesar del golpe sufrido, este año los voluntarios han podido atender a más niños que nunca
A pesar del golpe sufrido, este año los voluntarios han podido atender a más niños que nunca - LA VOZ
SOLIDARIDAD

Cuento de Navidad en Barbate

Una asociación logra repartir juguetes de Reyes a 600 niños necesitados a pesar de que tuvieron que empezar de cero cuando se los robaron todos de la nave donde los guardaban

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«Nunca pensé que algo tan terrible se podría convertir en algo así... en un sueño». María Dolores Iglesias preside una asociación de voluntarios de Barbate y es uno de los personajes de este cuento de Navidad gaditano. Un cuento, que comenzó, como suele ocurrir con este tipo de relatos, con un pasaje bastante cruel pero que al final ha terminado con cientos de sonrisas de felicidad y gratitud.

Fue a finales de octubre cuando empezó esta historia. El día 20 se quedaban helados al descubrir que les habían robado todos los juguetes para Reyes Magos de la nave donde los guardaban. «Fue como una pesadilla. No nos entraba en la cabeza cómo habían sido capaces de hacer una cosa así».

La Asociación de Voluntarios Medioambientales de Barbate Trafalgar había sido víctima de unos ladrones que no sólo se habían llevado los juguetes, sino que habían dejado a más de 400 niños necesitados de Barbate sin su sorpresa en un día tan mágico.

Justo un mes antes, los habían recogido de la Asociación de Reyes Magos 98 de Algeciras con la que colaboran y los habían dejado almacenados y preparados para su campaña ‘Ningún Niño sin Juguete’ como cada año. Pero cuando volvieron para seguir trabajando se encontraron con que la mayoría se los habían llevado, los de más valor, como bicicletas o carritos de bebés. Apenas les habían dejado unos treinta juguetes en la nave. Todos ellos rotos. «Fue como si hubiera pasado un tractor por encima».

Los ladrones dejaron sólo algunos juguetes, rotos y arrumbados
Los ladrones dejaron sólo algunos juguetes, rotos y arrumbados - LA VOZ

«Esto se ha conseguido gracias a todos». A la unión de muchas voluntades que han logrado que este cuento tuviera un final feliz. Como la del jubilado de la residencia de mayores que «no se cómo se enteró de lo que había pasado y nos dio 10 euros». Su buena acción fue seguida por dos señoras más del mismo centro. O como una familia de Málaga que han participado activamente traslandándose hasta Barbate para además de donar, hacer todos de pasayos, incluso las pequeñas Beatriz y Elena, las hijas del matrimonio. O como los envíos que les han llegado desde todas partes de España:Madrid, Barcelona, Valencia...

La fiesta no paró ayer. Desde bien temprano los voluntarios comenzaron a prepararlo todo. No faltaron ni los roscones de Reyes. «Cuando hemos terminado de entregar los regalos, nos hemos puesto a bailar... todos juntos».

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