TRIBUNALES

El presunto violador del Caballo Blanco se enfrenta a 17 años de cárcel

Walter V. fue detenido en El Cuervo, donde se había escondido, después de que una mujer denunciara que le había violado en las ruinas de este antiguo hotel de El Puerto

Estado en el que se encontraba el Caballo Blanco, ya abandonado y en ruinas, cuando sucedieron los hechos. : L. v.

M. Almagro

A principios del pasado año un terrible suceso causó una gran conmoción e inquietud en El Puerto y en el resto de la provincia. Una mujer denunciaba que había sido violada en las ruinas del hotel Caballo Blanco, en Valdelagrana. El supuesto agresor, Walter V., un ciudadano italiano que vivía en la calle, huyó y a los pocos días, gracias a un amplio dispositivo policial para dar con él, fue detenido en El Cuervo (Sevilla) donde se había escondido.

Pues bien, la Fiscalía ya ha emitido su acusación y solicita para el procesado 17 años de prisión , trece años como presunto autor de un delito de violación y cuatro por un delito de robo con intimidación. El juicio se celebrará próximamente en la Audiencia Provincial de Cádiz.

En su escrito de calificación provisional, el Ministerio Público relata que sobre las doce y media del 25 de enero, una mujer se encontraba en una parada de autobús en las inmediaciones del hotel Caballo Blanco, ubicado a la entrada de El Puerto por Valdelagrana. Por entonces, dicho hotel se encontraba en una situación de abandono y en estado de ruina. Estando allí fue abordada por el procesado Walter V., un ciudadano italiano de unos 50 años, que vivía en la calle. Este iba acompañado de un perro.

Al ver al animal, la mujer inició una conversación con el procesado y al cabo de unos minutos éste le pidió que le acompañara al lugar donde se estaba refugiando ya que estaba mal de una pierna y necesitaba ayuda para llevar sus cosas. Ella accedió, ignorando las verdaderas intenciones del acusado, dirigiéndose así juntos a las antiguas instalaciones del hotel.

Al llegar a la puerta del alojamiento, ella le dijo que no quería entrar en ese lugar, ante lo cual el procesado la empujó con fuerza al interior del recinto y cerró la puerta con un cerrojo.

Fue entonces, cuando, según relata el fiscal, Walter sacó un cuchillo con una hoja de unos treinta centímetros y comenzó a amenazarla:«¡Soy un tipo peligroso, si haces lo que te digo te voy a dejar marchar y si no, te vas a marchar muerta!».

Tras ello le obligó a meterse en una habitación del edificio abandonado donde él había instalado una tienda de campaña empuñando en todo momento el cuchillo.

Justo después de entrar en la habitación, «actuando con ánimo de lucro», le dijo que le diese lo que llevaba encima y comenzó a registrarle, arrebatándole 110 euros, dos pendientes de oro, una alianza, una cadena también de oro y otros efectos.

Acto seguido, siempre armado con el cuchillo, le dijo que se desnudara y le obligó a mantener relaciones sexuales con él.

Al terminar, el acusado se marchó andando hacia el centro de El Puerto amenazándola de que si denunciaba lo ocurrido, la mataría. Ella se quedó presa de un fuerte ataque de nervios y llorando en la parada del autobús. Su actitud llamó entonces la atención de otro hombre que se encontraba en la zona quien le preguntó qué le pasaba. Tras conocer los hechos, llamó a la Policía.

Investigación y detención

Un amplio dispositivo policial y una exacta coordinación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado daban en menos de una semana con Walter. Se había escondido en El Cuervo. En primer lugar lograron tener una detallada descripción del supuesto agresor. La Unidad de Familia y Mujer (UFAM)perteneciente a la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional se hizo cargo del caso.

Fruto de las gestiones realizadas, los investigadores determinaron la identidad del presunto autor, el cual resultó ser un ciudadano italiano de 57 años y sin domicilio conocido, aunque en su identidad figuraba una dirección de Barcelona. Tras recabar información sobre él y una completa descripción física como que medía en torno a 1,65 metros de altura y que tenía tatuajes reconocibles y cicatrices de arma blanca, llegó la alerta de que podría haber sido identificado en un hostal de El Cuervo . Hasta allí se desplazaron agentes de la Guardia Civil que finalmente pudieron dar con él y detenerlo.

Según apuntaron entonces fuentes de la investigación, en el registro de la habitación del hostal donde estaba alojado, se encontraron algunos de los efectos que portaba el supuesto agresor en el momento de la violación, como una manta, un rosario y una tienda de campaña.

El detenido fue puesto a disposición del juzgado de instrucción número 3 de El Puerto, cuyo titular tras tomarle declaración lo envió a la cárcel de Puerto II. Este miércoles se celebraba una vista para prorrogar la prisión provisional hasta la celebración del juicio.

Además de la pena de cárcel, el Ministerio Público solicita que en caso de ser condenado, cumpla además seis años de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros por un periodo de 28 años.

Tal fue el impacto que tuvo este suceso que los propietarios de este antiguo hotel de ElPuerto comenzaron al poco tiempo con los trabajos de demolición tras haber estado años sin acometerlos.

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