Guerra Rusia- Ucrania
La «operación de rescate» de los refugiados ucranianos que Cádiz ha puesto en marcha
Siete furgonetas partían este miércoles desde El Puerto dirección a Varsovia para entregar material y alimento a los refugiados y ofrecerán sus plazas para aquellos que deseen venir a España
La iniciativa, ideada por la empresaria roteña Nuria García, ha dado la vuelta por toda la provincia y está coordinada por Cáritas Polonia
La invasión rusa de Ucrania es un conflicto que ha llegado hasta el conocimiento de cualquier español, andaluz y gaditano. Las múltiples iniciativas, puestas en marcha por organismos públicos o entidades privadas, así lo demuestran. Precisamente, la nave número 10 de la calle Curtidores, en el polígono industrial San José de El Puerto de Santa María, se ha convertido en el núcleo central de las operaciones de un particular, y altruista, comando de rescate .
No tienen experiencia en brindar ayuda humanitaria, tampoco cuentan con nadie que les lidere. No obstante, gracias a su esfuerzo, han logrado hacer pequeños los 500 metros cuadrados de superficie que, habitualmente, emplea una asociación local dedicada al baile y a la danza.
Isabel, una de las muchas voluntarias que se integran en este grupo, había colaborado anteriormente en la acogida de menores procedentes de países en conflicto, como Bosnia. Su sensibilización le avivó a sumarse al colectivo, «estoy aquí porque el dolor de Ucrania me llega al alma , en cuanto me enteré de que existía esta iniciativa me animé a participar inmediatamente. Sabía que hacían falta manos para clasificar, empaquetar y embalar«.
Mismo caso que el de Clara, otra de las muchas voluntarias que se acercaron durante la jornada del lunes y el martes a El Puerto, «supe de la existencia de esta iniciativa y quise participar. Soy sanitaria y considero que este asunto es prioritario . He tratado de cuadrar todos mis turnos para posibilitar poder estar ayudando, ya habrá tiempo para descansar cuando todo acabe». El boca a boca sigue siendo el principal canal de información y fuente de cualquier persona de a pie. En plena era digital, esta transmisión también se ha sofisticado mediante el uso de redes sociales o canales de mensajería instantánea, aumentando su magnitud inicial. Pero, ¿quién inició el goteo que ha derivado en esta cascada solidaria?
Todo comenzó en Rota
Al matrimonio formado entre Nuria García y José Carmelo Pérez , empresarios afincados en Rota y procedentes de las Islas Canarias, les une mucho más que este sentimiento de empatía por la desgracia que atraviesa el pueblo ucraniano. Su relación con el país del oeste de Europa se remonta a más de una década, tiempo en el que ambos decidieron adoptar a un menor de aquel lugar. Su colaboración con Ucrania siguió desarrollándose con los años, era habitual que la pareja destinase recursos o viajase hasta Ucrania con el fin de proporcionar ayuda humanitaria a los orfanatos , hasta el punto de ofrecer su vivienda como lugar de acogida para muchos jóvenes durante los periodos vacacionales para mejorar la vida de aquellos niños en exclusión social.
Dada esta inquietud previa, no es de extrañar que Nuria comenzase a dar los primeros pasos, con el fin de contribuir en el país. «Cuando nos enteramos de todo lo que estaba pasando, se nos revolvieron las tripas. Teníamos que hacer algo inmediatamente». Dicho y hecho, la familia empezó a movilizarse para hallar la manera de llevar comida y material a la frontera con Polonia. Lo que podría haber sido un gesto individual, se ha transformado en un enorme movimiento al que, cada día, se suman más personas. Nuria García pertenece a la red de empresarios BNI Cádiz , conjunto que ha actuado como altavoz de esta iniciativa. «Es un grupo maravilloso, a la que uno dice algo, todos se apuntan», confirma.
Entre todas las curiosidades que aupan a esta historia humana, la arquitecta Esperanza de la Torre , también integrante del grupo BNI, señala el factor tiempo. «BNI es una red multinacional, con delegaciones y representación por todo el mundo, pero nosotros nos constituimos en diciembre. Es más, tuvimos nuestra primera reunión a mediados de enero». En menos de dos meses, esta unión de emprendedores gaditanos ya ha conseguido promover una acción de ayuda humanitaria .
«Cada jueves, de seis y media de la mañana a ocho y media, todos los emprendedores que formamos parte de BNI nos reunimos por vía telemática. En la última reunión, el 3 de marzo, Nuria y José Carmelo nos comunicaron que se marchaban a Ucrania. Sabíamos la relación de ambos con el país, les preguntamos qué necesitaban y pusimos en marcha el boca a boca. Como somos empresarios, cada uno aportó su granito de arena; había quien conocía a personas que podían proporcionar los materiales que se necesitaban, conocimientos de logística, conductores, furgonetas. Entendimos rápidamente que cada uno de nosotros tenía un papel y que podíamos contribuir », explica Esperanza, quien también forma parte de la Federación Local de Asociaciones Vecinales de El Puerto de Santa María (Flave).
Más material del que pueden repartir
La respuesta ciudadana superó cualquier expectativa previa. «Pretendíamos alquilar una furgoneta o caravana para realizar el trayecto de ida y vuelta con el material, pero ya somos varios conductores». Hasta siete furgonetas, y un total de catorce conductores participantes en el dispositivo ideado por estos voluntarios gaditanos, marchan este miércoles 9 de marzo con la intención de alcanzar Varsovia en el plazo máximo de 3 días.
Hasta esta nave, cedida por la asociación cultural de baile, se han acercado voluntarios de todas partes de la provincia con la intención de depositar el material solicitado –entre las que se encuentran medicamentos hemostáticos, parches israelíes, catéteres, cintas de torniquetes, apósitos, agujas de descompresión torácica, parches 'halo', esparadrapo, toallitas, kits de primeros auxilios, jeringas, tijeras, guantes, vendajes, baterías, linternas, termos, calentadores, leche en polvo, alimentos en conserva, galletas, frutos secos, cepillos de dientes, sacos, botas o incluso chalecos y cascos antibalas–, así como para mostrar su disposición para «ayudar en todo lo que sea posible».
«Tenemos más de lo que puede entrar en las furgonetas» , confiesa Alejandro, voluntario y miembro de la junta de la entidad colaboradora en la logística. «Cuando dijimos que podían venir a empezar a depositar el material, jamás pensé que habría tanto, es más de lo que se pueden llevar, pero haremos lo posible para que todo llegue a su destino», asegura.
Coordinación con Cáritas
El plan no se limitará al transporte de mercancías, «también nos traeremos con nosotros a aquellas personas ucranianas que quieran refugiarse en España» , anuncia Nuria. La llegada, envío, recepción y transporte de refugiados será posible gracias a los contactos de Nuria García con Cáritas Polonia , entidad que se encarga de coordinar el trayecto y la operación de rescate con los empresarios gaditanos. Por ese motivo, aunque inicialmente se valoró la posibilidad de alquilar furgonetas de transporte para maximizar la capacidad del vehículo, esa opción se descartó en el momento en el que se logró la autorización de Cáritas.
Además de posibilitar la llegada de los refugiados, Cáritas ha dado las indicaciones a los voluntarios, con el fin de coordinar con el trabajo de envío de material. « La prioridad son las medicinas, luego todo lo que es alimentación e higiene . La ropa abulta muchísimo y, como el plan consiste en traer a los refugiados aquí, quizás sea más inteligente que la ropa se quede hasta que sea repartida para aquellos que vengan a Cádiz», explica Alejandro. «Intentamos ser lo más precisos que se pueda en los paquetes. No mezclamos nada; si decimos alimento, no puede entrar dentro nada que no lo sea. Lo rotulamos todo en español e inglés para que sea más fácil identificarlo», detalla.
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