SUCESOS

Cazados los ladrones que apuñalaron a un policía en El Puerto en diciembre

Tras una peligrosa persecución por El Portal, uno de los arrestados quiso clavarle un punzón varias veces a uno de los agentes en el pecho

Los médicos aseguraron que el policía pudo salvar la vida gracias al chaleco antibalas

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La madrugada del 13 de diciembre una arriesgada persecución a unos ladrones en El Puerto pudo terminar de la peor manera posible. Los delincuentes habían dado un 'palo' en el bar de un centro comercial de la localidad y al ser sorprendidos por la Policía iniciaron una huida desesperada. A toda velocidad tomaron la carretera del Portal seguidos de cerca por varios efectivos. Dos policías resultaban heridos tras recibir multitud de puñetazos y patadas. A uno de ellos le salvó el chaleco antibalas. El ladrón le clavó en el pecho en varias ocasiones un destornillador antes de lograr escapar.

Pues bien, tras meses de una laboriosa investigación, agentes de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) de la Comisaría de El Puerto han logrado identificar y detener a los presuntos autores de este suceso.

Tal y como adelantó LA VOZ entonces, los hechos sucedieron pasadas las dos de la mañana. Desde el centro comercial se recibe una llamada al 091 alertando de que unos individuos han forzado la entrada de un bar, que está ubicado en dicha superficie. Hacia el lugar se desplaza un radiopatrulla. Los agentes comprueban que la baraja del establecimiento está destrozada, y que posiblemente han empotrado contra ella un coche por el método del alunizaje. Además, cuando revisan el interior todo está tirado por el suelo y hay suficientes evidencias de que por allí han pasado unos ladrones, llevándose además unos 300 euros en efectivo de la caja registradora.

Mientras comprueban los desperfectos, reciben información sobre los sospechosos. Han huido en dirección a la Cañada del Verdugo. Los interceptan en las inmediaciones de la venta El Pollo, por la carretera de El Portal hacia Jerez. A toda velocidad y de manera completamente negligente, los ladrones inician la carrera a bordo de un coche blanco. Los agentes les siguen los pasos de cerca y los alcanzan. Pero, a pesar de que les dan el alto de manera insistente, los delincuentes no cejan en su empeño de seguir su huida.

Comenzaron a frenar bruscamente para intentar sacar de la carretera a los policías. También les tiraban objetos en marcha

Es entonces, cuando ven que ya es difícil que puedan tomar de nuevo distancia, los sospechosos comienzan a frenar repentinamente provocando el choque con la parte delantera del zeta que les persigue, con la intención de sacarlos de la carretera. Incluso, mientras seguía la persecución en dirección a la Laguna de Medina, uno de ellos saca medio cuerpo por la ventanilla en marcha y comienza a arrojarles objetos metálicos.

Pero, pronto, la velocidad les echa a ellos mismos de la carretera cuando atraviesan la rotonda de acceso a la A381. El vehículo de los presuntos ladrones choca contra la valla lateral y sale despedido de la calzada.

Una vez fuera, a pesar de que el riesgo es más que evidente y tras pedir refuerzos, los policías comienzan a perseguir a pie a los supuestos delincuentes. La niebla y la oscuridad de la noche complica la actuación pero todavía se complica más cuando comprueban que los supuestos ladrones portan objetos punzantes como destornilladores y no dudan en intentar clavárselos.

En el enfrentamiento, mientras el policía intenta reducir a uno de ellos, éste le clava el pincho en la cara y en el cuello aunque logra zafarse. Pero además, se lo clava de manera reiterada en el pecho aunque el chaleco antibalas evita que el daño sea más grave. Finalmente, el agente logra zafarse de él mientras que el otro policía sigue recibiendo patadas y puñetazos. Tras el forcejeo, logran escapar a la carrera. La espesa vegetación de la zona impide que los puedan volver a localizar.

Los policías tuvieron que ser atendidos de numerosas contusiones y lesiones

Tras los hechos, los agentes tuvieron que ser atendidos de urgencia en el Hospital Santa María del Mar debido a las numerosas contusiones y lesiones que presentaban. Los médicos aseguraron que el chaleco antibalas le había salvado la vida a uno de ellos puesto que el punzón había dejado su marca en el protector justo a la altura del tórax.

La investigación que se ha realizado durante estos meses ha logrado con éxito identificar a estos ladrones a los que se les imputan los delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, atentado contra agente de la autoridad y robo-uso de vehículo, puesto que el coche que utilizaban para los alunizajes era robado.

Tras pasar a disposición judicial los dos aluniceros han quedado en libertad con cargos a la espera de juicio.

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