Todo listo en Cádiz para la inauguración del segundo puente el 24 de septiembre

El presidente Rajoy y la ministra Pastor cortarán la cinta en una ceremonia a la que se invitará a todos los gaditanos

El 24 de septiembre ha sido finalmente la fecha elegida por el Ministerio de Fomento para la apertura oficial del nuevo puente de Cádiz. Es la definitiva después de varios anuncios infructuosos. No ha sido fácil llegar a este momento. La carrera empezó en noviembre de 2006 cuando el Gobierno adjudicó a Dragados la construcción del nuevo acceso a Cádiz.

Ahora, ocho años después del inicio de las obras, se han cuadrado las agendas de las principales autoridades del país para su asistencia al ansiado corte de cinta.

Varios responsables de la Demarcación de Carreteras visitaron este viernes la obra en compañía del equipo técnico del Ministerio y de un grupo de ingenieros de Dragados. La comitiva recorrió de punta a punta los cinco kilómetros del viaducto que separan el nudo del Río San Pedro, en Puerto Real, de la glorieta de El Corte Inglés, Cádiz, y pudieron comprobar ‘in situ’ el estado de los trabajos. Los técnicos han certificado que la construcción del nuevo acceso a la Bahía ha concluido depsués de siete años de obras y contratiempos, aunque restan por rematar algunos flecos que culminarán una vez abierto al tráfico.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció el pasado mayo que el nuevo puente de Cádiz estaría abierto al público en agosto. Esta afirmación la hizo en la capital durante la visita que realizó a la glorieta de acceso, frente a El Corte Inglés. Desde luego no le faltó razón. El 25 de agosto cruzó por el puente la Vuelta Ciclista y fue todo un espectáculo. El nuevo acceso a la Bahía se presentó con todo su esplendor ante miles de telespectadores que seguían la prueba deportiva en directo por televisión. El paso de los ciclistas significó su bautizo social y, al mismo tiempo, la cuenta atrás para su inauguración.

Fomento tenía prevista su apertura tres o cuatro semanas después del paso de la Vuelta y evitar con ello cualquier problema de incompatibilidad de fechas por la convocatoria de las elecciones generales. Aunque el Gobierno no ha fijado aún el día de la cita electoral todo apunta a que la llamada a las urnas será entre el 13 y el 20 de diciembre. La ley marca 55 días de margen para inaugurar sin problemas una obra pública antes de la convocatoria. Fomento cumple en Cádiz con los plazos legales y evita con ello cualquier reproche de electoralismo.

La maquinaria para la inauguración del tercer acceso se ha puesto en marcha y se confirmó ayer mismo que será el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el encargado de cortar la cinta. El Rey, por el contrario, estará ese día de viaje a Nueva York. El Ministerio de Fomento tiene previsto celebrar tras el corte de cinta una jornada de puertas abiertas para que los gaditanos puedan visitar a pie la obra. De esta forma, se atiende a la solicitud realizada la pasada primavera por la entonces alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, que había pedido a la ministra la posibilidad de que los vecinos pudieran realizar un paseo por el puente y comprobar desde lo más alto la belleza de sus vistas.

En estos momentos se debate también la posibilidad de ampliar un día más la jornada de puertas abiertas, aunque el calendario que manejan los técnicos sitúa en el viernes 25 la apertura del puente al tráfico. Los estudios sobre impacto de circulación revelan que el flujo durante los primeros meses será de unos 30.000 coches diarios.

El ritmo de trabajo sigue a contrarreloj en la obra con los ajustes de última hora. Este periódico ha podido comprobar cómo la empresa Cobra, del Grupo ACS-Dragados, se ha encargado de la instalación en el interior del puente de todo el cableado eléctrico que permitirá su iluminación. Así, el pasado jueves por la tarde comenzó la instalación de las farolas del viaducto a la altura del nudo del río San Pedro. Los ingenieros han dejado para el final esta operación para no entorpecer el desmontaje de las dos grúas centrales y la retirada del material de obra que aún quedaba repartido por algunas zonas del tablero atirantado.