El hospital Puerta del Mar inicia agosto con 138 camas menos

Al igual que las predicciones del tiempo a veces dan en el clavo, nada hay más certero en estos días que las cartas que han puesto sobre la mesa los representantes sindicales en el área sanitaria.

Un nuevo cierre de unidades en el hospital gaditano Puerta del Mar ha elevado la cifra de camas no disponibles a 138 en plena temporada estival. Si ya en julio los pacientes y enfermos contaban con 72 habitaciones menos, ahora habrá que cruzar los dedos para no tener que solicitar un alojamiento en el recinto hospitalario, ya que otras 66 camas han sido cerradas al público. Así lo confirmó ayer el delegado de la Sección Sindical Autonomía Obrera (AO), José Martínez, al concretar que la clausura oficial de estas últimas se produjo el pasado viernes.

En esta ocasión, han sido las unidades de Cirugía Vascular, Cirugía Maxilofacial y Ginecología las que han colgado el cartel de «cerrado» y esto sin contar «los controles de Peadiatría, que son dos, aunque uno de ellos suele permanecer obsoleto casi todo el año, de ahí que ni se aluda a ellos en estos recuentos», matizó el representante sindical. A estas clausuras se les suman las unidades de Cardiología, Trauma B y Neumología, ya en desuso desde la segunda quincena de julio.

Sobre el total de la superficie hospitalaria, que aloja unas 600 camas, los propios gaditanos y los veraneantes verán mermado este servicio público al contar con casi un tercio menos de disponibilidad, lo que producirá «un deterioro sensible de nuestra sanidad ya que se tendrán que atrasar intervenciones y veremos las peores consecuencias», entre ellas, «los propios pacientes de urgencias que necesiten un ingreso pueden permanecer en observación hasta 3 días antes de subir a planta», concretó Martínez.

Pese a todo, según los datos aportados por el SAS hace menos de dos semanas, durante la última década, el porcentaje de ocupación de los hospitales no ha superado el 80% de media, lo que supone que cada verano un 20% de las camas permanecen libres, por tanto, las que están en reserva no superan en ningún caso el porcentaje de las que permanecen libres. Y advierte de que «en caso de necesidad, las plazas que se encuentran en esta situación se ponen en funcionamiento de manera inmediata».

Dicha visión para nada es compartida por las centrales sindicales para las que «la enfermedad no puede entender de periodos vacacionales, con lo cual esta situación no es, para nada, aceptable», concluyen desde Autonomía Obrera.