La fidelidad de Canelo le hace merecedor de un premio en una importante feria canina

Si hay un cielo para los perros, Canelo seguro que está allí. El más famoso can gaditano, que esperara 12 años a su dueño a las puertas del hospital Puerta del Mar recibe este fin de semana un homenaje en otra no menos conocida e importante feria dedicada a los mejores amigos del hombre.

Canelo será protagonista de la XXIII Feria del Perro de Archidona, que se celebra este fin de semana en la localidad malagueña y que reunirá más de 4.000 ejemplares de estos animales. El municipio ha programado más de 50 actividades en las que poder aprender y divertirse con estas mascotas. Cada año, la feria reconoce la fidelidad canina, y ahí Canelo es el amo. Por eso en esta edición el homenaje irá para él.

Canelo compartirá protagonismo con el dogo canario, una raza autóctona española que está en peligro de extinción. Esta raza estará presente en varias de las conferencias y jornadas técnicas que se ofrecerán durante la feria malagueña.

Las actividades comenzarán este próximo viernes, con la inauguración de la feria y la conferencia a cargo de Santiago Ballesteros en la que presentará su libro 'Don Quijote, gran madrugador y amigo de la caza'. En la charla se hablará de las razas que poblaban el país y eran utilizadas para la caza en la época del Hidalgo de la Mancha.

Por otro lado, los asistentes podrán también visitar la Exposición de Razas Nacionales Españolas, impulsada por la Sociedad Canina Costa del Sol y la Real Sociedad Canina de España. Ambas organizaciones ofrecerán las primeras Jornadas Técnicas de Razas Españolas Afincadas en Andalucía, así como, el Concurso Nacional canino, donde se podrá ver a perros procedentes de otros países.

Canelo, ejemplo de fidelidad

La historia del perro Canelo es una de las más populares y entrañables de la capital gaditana. La asociación gaditana para la defensa y estudio de la naturaleza, Agaden, recoge en su página web cómo Canelo era un ejemplo de fidelidad, un «ser excepcional», cuyo cariño hacia su amo ha merecido coplas de Carnaval y hasta una calle con su nomrbe.

El dueño de Canelo, enfermo del riñón, acudía todos los días al Hospital de Cádiz para recibir diálisis y el perro lo acompañaba hasta la puerta y esperaba fuera a que saliera. Hasta que un día, el dueño murió y Canelo se convirtió en un vagabundo que merodeaba a diario por las cercanías del hospital. «Las enfermeras le traían noticias del amo, recuerdos y besos, además de comida; incluso le prepararon una cama de cartones a cubierto». «Canelo se negó a moverse y allí vivió durante doce años» recoge la página web.