Situación de la sala de Urgencias del Puerta del Mar durante la jornada de hoy.
Situación de la sala de Urgencias del Puerta del Mar durante la jornada de hoy. - L. V.
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«Llevamos cinco horas para dos pruebas y nos dicen que hoy va bien»

Familiares de pacientes cuentan su experiencia tras una jornada en las Urgencias del Puerta del Mar

E. martos
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a sala de Urgencias generales del Puerta del Mar apenas tenía ayer huecos vacíos. El personal admitía la situación estaba «mucho más controlada», pero el servicio seguía al completo con usuarios en la sala de espera y en los pasillos. «No me quiero hacer una idea si nos hubiera tocado en los días de las aglomeraciones», se lamentaba la hija de un paciente de avanzada edad que había llegado sobre las nueve de la mañana y pasadas las dos aún aguardaba para la tercera prueba. «Llevamos cinco horas y nos dicen que hoy la cosa va bien», repetía sin que el gesto de desconcierto se le cayera de la cara.

Desde que comenzaron a bajar las temperaturas el área de Urgencias se ha convertido en un punto caliente del centro.

El pico de mayor afluencia coincidió con el permiso de Navidad de muchos de los profesionales que no han sido sustituidos y la reserva de zonas de ingreso que han colapsado el servicio. Desde que comenzó la semana el hospital ha ido abriendo todas las habitaciones que se cerraron ante de las fiestas e incluso se han habilitado lugares para asistir a la tremenda demanda que todavía desborda a los profesionales. Ayer mismo la sala contigua a la observación, que habitualmente permanece cerrada, ya tenía varias camas dispuestas para atender tanto a pacientes de Urgencias que esperaban para ser ingresados como a los que la UCI que también se ha visto desbordada estos días. Sin embargo, no fue necesario recurrir a ella.

«A lo mejor los pacientes no hacemos un buen uso, pero es que vas al ambulatorio y al final te mandan aquí porque no te pueden hacer la mitad de las pruebas», decía otro familiar que esperaba junto a su madre. Habían llegado a las diez y eran casi las tres cuando la llamaron por megafonía para entrar en consulta. «Espero que de aquí vayamos para casa», se despedía. Muchos de los enfermos que ayer permanecieron en la sala de espera sufrían problemas respiratorios que se han visto agravados por el frío. Era también la tónica en observación, donde se llegaron a ocupar todas las camas disponibles a lo largo del día. Frente a la puerta de esta sala aguardaban más familiares de pacientes que fueron llegando desde primera hora. «Vinimos a las tres de la mañana y aún están viendo cómo evoluciona», decía una de ellas que acompañaba a su suegro. «Nos han dicho que tendrá que quedarse un par de días ingresado, pero aún no nos han dado cama, no sé si es porque no hay disponible o porque quieren hacerle alguna prueba más», aseguró. De una forma u otra ya asumía que el resto del día permanecería en Urgencias.

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