Adiós a tus tatuajes...y a tu pasado

«Necesito borrar mi tatuaje porque me quiero presentar a las oposiciones de la Policía». Alberto es uno de los muchos jóvenes que acuden a diario a las tiendas especializadas en eliminar los tatuajes en busca de enmendar los errores del pasado.

En este caso, y aunque parezca rocambolesco, Alberto quiere borrar su pasado para construir su futuro. Aspira a convertirse en policía, y aunque las bases de las oposiciones convocadas por el Ministerio del Interior no especifica que esté prohibido tener tatuajes, sí que es ‘vox pópuli’ que el hecho de llevarlo, no se valora positivamente por parte de quienes se encargan de la selección. «Por un trabajo, hoy en día, se hace cualquier cosa», asegura un ilusionado opositor.

Quizás, en otra época, la solución hubiera sido no presentarse al examen y optar por otra salida profesional.

Sin embargo, en la actualidad, Alberto podrá cumplir con su cometido. Y es que a partir de ahora los tatuajes también tienen fecha de caducidad. Los avances tecnológicos han hecho posible que borrar los tatuajes de la piel sean una opción real, rápida y asequible. Si grabarse en la piel el nombre de un amor de juventud o el personaje de moda suponía cargar para siempre con el pasado, ahora tomar la decisión de pintar la piel deja abiertas las puertas al arrepentimiento.

Más allá de motivos sentimentales, se impone por goleada la cuestión estética. Las modas siempre marcan el territorio y el campo de los tattoos, no iba a ser menos. ««Me lo estoy pensando todavía. Tengo un tribal que ya no se lleva, así que me gustaría quitármelo para hacerme otra cosa, un símbolo quizás, pero tengo que reunir el dinero para quitarme uno y hacerme el otro», asegura Guillermo, que acompaña a Alberto a informarse del coste y de las consecuencias del tratamiento láser.

Hay quienes acuden a borrar el nombre de su primera novia, otros porque quieren cambiar los colores del dibujo que les acompaña desde hace años y otros, la mayoría, que lo hacen por una cuestión de moda. «Hay toda clase de argumentos», asegura el responsable de la tienda.

Una técnica desconocida

Manuel Periáñez Trujillano, de Shull Tattoo, afirma que aún son pocos los clientes que se atreven a probar esta nueva técnica, sobre todo, por desconocimiento.

«La gente cree que se le va a quedar cicatrices, marcas o quemaduras porque todavía no está publicitado lo suficiente. Ya no es como antes, el láser solo actúa en las zonas en las que detecta el pigmento negro, actúa sobre él y la tinta la absorbe el cuerpo a través del sistema linfático, que después se elimina a través del sudor o la orina», asegura el responsable de la tienda de la calle Veedor, la única que ofrece el servicio en la capital gaditana.

El coste de los tratamientos oscila entre 160 y 300 euros, dependiendo, entre otras cuestiones, del tamaño, la tinta o los colores utilizados en el tatuaje. Hasta el momento, el servicio se ofrece en pocos establecimientos, ya que se acaba de poner de moda, aunque cada vez son más los que se interesan por él.

¿Cómo se eliminan los tatuajes?

La técnica para borrar los tatuajes consiste en una pistola láser, que emite unos rayos de luz que identifican el pigmento negro y actúa sobre el mismo. La tinta la absorbe el cuerpo a través de su sistema linfático y la elimina principalmente a través de la orina o el sudor. El aparato-cuyo coste oscila entre 6.000 y 100.000 euros- es similar al que se utiliza para eliminar el vello, aunque cambia la potencia. En el caso de los tatuajes, no actúa sobre la piel que no tiene el pigmento negro y no deja cicatrices ni quemaduras.

¿Cuánto cuesta?

Hay tatuajes más fáciles de eliminar que otros, ya que el éxito del borrado y su precio depende, entre otras cuestiones, del tamaño, los colores, la tinta utilizada o la profesionalidad del tatuador. Los precios se establecen según el número de disparos del láser, que cuestan 10 céntimos. Para hacerse una idea, la media de sesiones necesarias es de 4 o 5, por lo que quitarse un tatuaje mediano costaría alrededor de 160 euros aproximadamente.

¿Cuántas sesiones hay que aplicarse?

Las sesiones dependerán, sobre todo, del éxito del borrado y de la cicatrización de cada persona. La media es de 4, aunque hay quienes lo consiguen en 3 y otris en 7. Entre una sesión y otra deben pasar alrededor de dos meses, ya que hay que dar un tiempo al cuerpo para que absorba la tinta. Los especialistas también desaconsejan darse las sesiones en verano.

¿Dónde ofrecen el servicio?

De momento, en Cádiz capital solo se puede encontrar en Skull tattoo, en la calle Veedor. En el resto de la provincia, también hay locales especializados en San Fernando (Tatualia), Jerez o Algeciras.