El cuento de la lechera

La inversión de un grupo de empresarios gallegos por los terrenos de la antigua factoría de Visteon, en El Puerto, corre el riesgo de convertirse en el cuento de la lechera. Un consorcio empresarial se fijó en 2012 en esta zona para desarrollar un proyecto industrial de calado. El grupo lleva varios años investigando en la construcción de un prototipo de autobús eléctrico y el suelo de Visteon era el elegido para desarrollar su puesta en marcha. La iniciativa de este consorcio empresarial, implantado en A Coruña, entró con mal pie en la Bahía, ya que el alcalde portuense, Enrique Moresco (PP), anunció antes de tiempo sus intenciones y, desde luego, no sentaron nada bien. Más tarde vinieron las matizaciones y lo que verdaderamente pretende este grupo es crear en la parcela de Visteon un entorno adecuado para captar empresas auxiliares del sector de la automoción que sean proveedoras de este emblemático proyecto. El alcalde de El Puerto ha puesto todo su empeño en sacar adelante la inversión y, en cierta manera, se juega con ello también su futuro político. Sin embargo, la inversión no acaba de cuajar y el pasado junio se dio un paso clave que ahora no tiene marcha atrás. El Ayuntamiento de El Puerto, depositario de los terrenos, vendió una porción del solar a los empresarios por dos millones de euros. El grupo pagó esta operación con una subvención que recibió del Ministerio de Industria a través del ‘Plan Reindus’. En este tiempo se ha sabido que el consorcio quiere abrir en la vieja planta de Visteon una empresa dedicada al reciclaje y transformación de plásticos, denominada Plasticur, sin embargo, la actividad se orienta ahora hacia la fabricación de piezas de fibra de carbono. El proyecto está ligado, por un lado, a la carga de trabajo que, de momento es mínima y, por otro, y más importante si cabe, a la concesión de ayudas públicas por parte de la Junta.