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Lichis, ex de La Cabra Mecánica, se enfada y se marcha del concierto de Medina Sidonia sin cantar

Iba actuar de telonero de Los Chichos, que sí dieron un gran espectáculo musical antes cientos de incondicionales, pero se fue sin cobrar

MEDINA SIDONIA Actualizado: Guardar
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Si la semana pasada el cantante de 'Los Celtas Cortos', Jesús Cifuentes, tan sólo pudo estar encima del escenario cinco minutos del cual se bajó y fue trasladado en ambulancia al Centro de Salud asidonense aquejado de una posible bajada de azúcar, el pasado viernes el campo de fútbol del 'Prado de la Feria' vivió otro espectáculo especialmente surrealista. Y es que estaba anunciado un concierto con las actuaciones de Lichis (Miguel Ángel Hernando) que formó en su día la inolvidable y mítica banda 'La Cabra mecánica', con la que grabó un buen número de discos: 'Cuando me suenan las tripas' en el 97 el primero y 'Carne de canción', el último. El cantante iba actuar de telonero de Los Chichos, que si dieron un gran espectáculo musical con varios bises antes un público entregado desde la primera canción.

Según relató, visiblemente enfadado y nervioso, decidió no cantar, recoger los bártulos e instrumentos de la banda y abandonar el recinto deportivo porque “cinco minutos antes de la actuación aparece el promotor del concierto (una productora de la Costa del sol) me dice la cosa no ha ido bien y no tiene la pasta para pagarme. Nosotros estábamos en Medina Sidonia desde las siete de la tarde y aquí la gente han tenido todo el tiempo para llamarme y haberme dicho Lichis pasa esto o pasa lo otro. Si no tienen la hombría, la dignidad para responder profesionalmente al trabajo, yo no tengo nada que hacer nada aquí”, aseguraba muy enfadado.

Por otra parte, añadió que si el promotor le hubiese llamado y le cuenta que hay un problema podrían haber llegado a un acuerdo “Me podría haber adaptado a las circunstancias y hago lo que hace falta porque a mi lo que me gusta es salir y tocar. Son 25 años de profesión y me merezco un respeto”. Del mismo modo, se quejó de que la actitud poco profesional le había causado un gran perjuicio económico pues “tengo que pagar a mis músicos, tengo que pagar el alquiler de la furgoneta, tengo que pagar la gasolina, tengo que pagar el viaje o los ensayos si aquí la gente no saben trabajar y no son profesionales (por la productora) yo vengo aquí a trabajar y no a tocarme los cojones”.

Pero lo más curioso de todo es que al final la gente no les echó de menos, nadie protestó y es que es verdad que los que acudieron hasta el campo de fútbol a quienes querían escuchar era a Los Chichos.

Estos sí dieron un gran espectáculo antes unos mil incondicionales (más del 90 % de fuera de Medina Sidonia) hasta el punto que tuvieron que efectuar varios bises y la actuación la prolongaron más de la hora y media que estaba prevista.

Los temas que los hermanos Julio y Emilio González Gabarre y el hijo de este último, Emilio González García (que sustituyó en su día al desaparecido Jero), cantan han pasado a la historia. Es la misma que hacen desde los años 70 cuando se dieron a conocer y desde entonces siguen en activo y son los máximos exponentes de la rumba española y uno de los grupos musicales españoles contemporáneos más importantes, con unos 20 millones de álbumes vendidos hasta hoy, casi a una media de un millón por disco, siendo uno de los mayores superventas en la historia musical española.

Como no podría ser de otra manera y antes el delirio de sus incondicionales, durante las casi dos horas que estuvieron en el escenario les cantaron a la droga, a la mujer en la calle, al preso y otros temas con una fuerte carga social entre los que destacaron 'Amor de compra y venta', 'El Vaquilla', 'Sea como sea', 'La historia de Juan Castillo', 'Libre, quiero ser libre', 'Ni más ni menos'; 'Dime Carmen' o otros más actuales como 'Farruquito', poniendo de manifiesto que Los Chichos más que un grupo son una marca y una forma de vivir.