El secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, saluda a los asistentes al congreso aplaudido por la secretaria regional de Organización, Susana Díaz, y la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. :: EFE
ANDALUCÍA

Griñán recibe el apoyo casi unánime a su gestión pese al ruido de los rubalcabistas

El candidato a la reelección pide a su partido que salga a la calle «pegado a las clases medias y trabajadoras»

ALMERÍA. Actualizado: Guardar
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Griñán será reelegido hoy secretario general del PSOE andaluz con probablemente la misma unanimidad que anoche fue votada su gestión. El 95,56% de los 563 delegados con derecho a voto respaldaron un informe de gestión pese al ruido que hicieron los críticos, muchos de ellos rubalcabistas, en el primer día del duodécimo congreso de los socialistas andaluces que se celebra en Almería. Tras la votación se vio que se trataba de mucho ruido y pocas nueces.

Griñán saldrá fortalecido de este encuentro sin muchos problemas tras conservar el poder en la Junta contra todo pronóstico. Un hecho que le funciona como un 'redbull' frente a un sector crítico deslavazado por cuanto se autoseñala rubalcabista y el líder del PSOE no quiere saber nada de ello.

Sus delegados de Cádiz, Sevilla, Jaén y Málaga trataron de fraguar un plante a lo largo del día. Pero se tradujo solo en quejas y reproches, con referencias incluso al fraude de los ERE, durante el debate de gestión, realizado a puerta cerrada después del discurso inicial de Griñán. Especialmente duro fue el secretario general del PSOE de Jaén, Francisco Reyes, hombre afín a Gaspar Zarrías. «Lealtad no es acatamiento, no es un trágala», le dijo al presidente de la Junta. Reyes encabeza la delegación más numerosa de rubalcabistas, pero no está por la labor de plantar cara al secretario general. Esto desinfla la fuerza de unos críticos que exigen integración en la nueva dirección regional.

Griñán respondió a las críticas con un vehemente discurso en el que pidió a sus detractores que le fueran de frente y les reprochó intereses particulares. Añadió que era un ser humano, al que si se le pincha sangra y al que si se le empuja, cae. Antes, en su discurso a puerta abierta, el dirigente socialista dejó claro que todavía sangra por la herida de la soledad con la que afrontó la campaña electoral del 25M. «Quiero dar las gracias a mis colaboradores mas cercanos y a todos los que confiaron en mí, a los que me defendieron en los momentos más difíciles, a los que no tiraron la toalla pese a la derrota de las municipales y la derrota dura de las generales», espetó. «Nunca voy a olvidar las luces de estos años, pero tampoco voy a olvidar las sombras para que no vuelvan a sorprenderme», remató en un mensaje de clave interna dirigido especialmente a los que le segaron la hierba bajo los pies en sus propias filas. Fue el mensaje que más rebotó en el edificio de El Toyo toda la tarde.

«No tengo críticos»

Con estas palabras Griñán dejó claro que no atenderá a consignas de integración. «¿Críticos, yo no tengo críticos, que yo sepa», ironizó al ser abordado por los periodistas al entrar al palacio de congresos de El Toyo, en Almería.

Frases que también resumen la confianza con la que Griñán afronta este congreso. No parece que vaya a hacer ninguna concesión más allá de la territorial en la negociación que hoy aborda con los secretarios provinciales para la elección de su ejecutiva. No está por la labor pese a la llamada de unidad que en la apertura del congreso dejó Elena Valenciano, la número dos de Rubalcaba: «Hacéis falta todos», dijo. Pero Griñán cree que la victoria de haber conservado el Gobierno de la Junta es suya y de los suyos. Se va a dejar presionar lo justo. Tiene en la cabeza los nombres por los que quiere apostar, según confesó alguien cercano al presidente. Sin embargo, la liturgia del PSOE en cada congreso es sagrada y habrá negociación.

Griñán se sentará con los secretarios provinciales probablemente después de su reelección esta mañana. Anoche cenó con ellos y desde hace varios días ha hablado con algunos, aunque no con todos.

Los jienenses presionan con Micaela Navarro como presidenta del partido, del mismo modo, observan, que Rubalcaba dejó la presidencia del partido a Griñán pese a defender este a Carme Chacón en las primarias de febrero. Nombres como Juan Cornejo y Verónica Pérez, del círculo de Susana Díaz, suenan como integrantes del núcleo duro del que entra y sale Francisco Álvarez de la Chica, a quien también se le posiciona como portavoz en el Parlamento.

Salir a la calle

En su intervención para defender su gestión al frente del PSOE andaluz, el secretario general de los socialistas andaluces alentó a su partido a salir a la calle, a conectar con la sociedad, a estar «pegado a las clases medias y trabajadoras», a estar presente en las redes sociales y movilizado. Griñán es consciente de la pérdida de la mayoría social tras los batacazos de las municipales, generales e incluso autonómicas. Una pérdida de voto que sigue achacando a la crisis, pero que cree que también se debe a una falta de conexión con la gente.

Desea un partido movilizado frente a las injusticias. Griñán opina que los socialistas deben responder con una voz distinta a la de la derecha ante la crisis. Alerta de que los conservadores utilizan la crisis como «estraperlo» de los derechos consolidados como la sanidad y la educación pública. También de llevar los logros autonómicos hacia una involución sociopolítica en España. Una involución que incluso toca las costumbres de los jóvenes, que vuelven a acuñar estereotipos machistas.

Ante ello, Griñán cree que los socialistas deben dar una respuesta de un modo distinto de salir de la crisis. Para ello defiende que se puede criticar al Gobierno de Rajoy, incluso recurrir al Tribunal Constitucional sus reformas sin caer en la deslealtad. «Este partido es la principal referencia para cambiar el rumbo de una política que la derecha quiere hacer ver como la única posible», mencionó. «Andalucía ha de ser la mayor factoría de ideas políticas de toda España», añadió.

Griñán hizo balance de dos años y medio desde que otro congreso en 2010 le aupó a la secretaría general en sustitución de Manuel Chaves, que ha estado ausente este primer día de la cita socialista. Una etapa marcada por el acoso de un PP en ascenso, estrepitosas derrotas electorales en Andalucía y la desconfianza de un sector de su partido.

Griñán ha dejado claro que no se siente cansado, sino con ánimo suficiente para seguir al frente del timón socialista. «Hoy me siento con mas fuerza, mas juventud y mas responsabilidad que nunca para impulsar cambios que han de servir únicamente a los andaluces y andaluzas», manifestó.

Griñán reconoce que Andalucía «nos ha dado un golpe de atención». Pero pese a ello ha defendido que en el desastroso balance del 20N los socialistas andaluces aportaron el 23% de los votos al cómputo nacional, el mayor porcentaje de su historia.