El rodillo de las gaviotas

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A lo largo de este fin de semana, los socialistas andaluces pretenden abordar una serie de contactos que pongan fin a sus escaramuzas internas, de cara a propiciar un frente común de cara a las elecciones autonómicas, tras los pésimos resultados de los comicios generales del 20-N. Radio Macuto apuesta por una remodelación inminente de la Junta de Andalucía, con la inclusión en el equipo de José Antonio Griñán de personalidades de mayor perfil político que tecnócrata.

Después de la tormenta, viene otra tormenta. ¿Concluirán las tensiones entre la actual ejecutiva regional y la provincial de Cádiz? Podría ser, cuando tras unos dimes y diretes por la postulación de Chaves para proseguir como presidente federal del partido, este apostó claramente por cerrar filas en torno a Griñán, como se hará ver durante la reunión convocada por el PSOE de Andalucía, para hoy domingo, en el hotel Al Andalus, donde se harán presentes todas las sentimentalidades del socialismo andaluz.

Si se confirmara en el Congreso Federal que los socialistas celebrarán en Sevilla a comienzos de febrero que Alfredo Pérez Rubalcaba asumiera la secretaría general del PSOE, todo ello podría suponer un balón de oxígeno para sus amigos socialistas gaditanos, que han apoyado de firme al ex candidato a la presidencia del Gobierno. Claro que también a él quieren moverle la silla interna y es posible que esa cita congresual no sea precisamente una balsa de aceite, como pretenden los más optimistas. Una jaula de grillos tampoco parece que sea la mejor respuesta posible, de cara al electorado, con una nueva campaña a la vuelta de la esquina.

El nerviosismo es cada vez más patente en el seno del PSOE, a tenor del fiasco electoral. Y en esa melé, también han pretendido deponer al propio José Antonio Griñán como candidato a las próximas andaluzas. La maniobra, sin embargo, ha durado poco porque no queda tiempo material para cambiar de jockey a mitad de la carrera. Cualquier posible alternativa real –salvo que los socialistas andaluces recurriesen a una solución jurásica—apenas tendría tiempo a darse a conocer y aunque las encuestas arrojan que Griñán no es conocido por la totalidad de los andaluces, supera el 70 por ciento en ese ámbito y además su valoración es buena entre quienes le conocen.

Todo lo contrario de lo que viene ocurriendo desde el pasado domingo en el seno del PP de Andalucía, uno de cuyos valores firmes sigue siendo Antonio Sanz, artífice en gran medida de una estrategia que ha llevado al partido que lidera Javier Arenas en territorio andaluz a sus mejores resultados históricos en unas municipales y en unas generales. Ahora debe completar los tres en raya, una hipótesis que nadie termina de dar por cerrada, máxime cuando a escala andaluza en el juego electoral probablemente tenga más presencia el Partido Andalucista y también se presuma un notable número de sufragios a favor de Unión Pueblo y Democracia cuyo candidato por Cádiz, Manuel Pérez Fabra, se batió el cobre durante los últimos meses, pueblo a pueblo y calle por calle, a lo largo de la provincia.

Es más que probable que Cádiz vuelva a tener una silla en el Consejo de Ministros del primer gobierno de Mariano Rajoy. Se trata, según todos los pronósticos, del jerezano Miguel Arias Cañete, a quien ya el pueblo amnistió hace tiempo por aquello de que ya no hay camareros como los de antes. Durante los últimos cuatro años, Arias ha consolidado su posición en Génova, después de que ya en 2008 se le trasladase electoralmente a las listas de Madrid aunque muy pronto desplazara a Manuel Pizarro y asumiera la portavocía de su grupo en la comisión de Economía del Congreso. Hasta que se la quitaron, claro. Ahora, su nombre vuelve a barajarse como portavoz, pero de su Grupo al completo en el hemiciclo. Sin embargo, también suena como posible titular de la cartera de Exteriores o, en las quinielas más morigeradas, que repita al frente de Agricultura y Pesca, en un ministerio donde ya dejó en su día buen sabor de boca. De momento, ascendió del puesto octavo al quinto en la candidatura por Madrid y se paseó por el victorioso balcón de Génova en su calidad de amigo del presidente en ciernes y de presidente a su vez del Comité Electoral Nacional que ha llevado a la derecha española al mayor de sus triunfos.

¿Podría Teófila Martínez acariciar su viejo sueño ministerial durante esta legislatura? Sería desde luego un premio a su papel como alcaldesa gaditana, pero ello le supondría dejar el Ayuntamiento y quizá no sea el momento más indicado para tomar dicha decisión, sobre todo cuando no existe todavía, que se sepa, un proyecto sucesorio firme en San Juan de Dios. En cualquier caso, aunque no se vaya de Cádiz, todos los indicios apuntan a que seguirá teniendo poder, mucho poder. Incluso para exigir a Mariano Rajoy que en uno de sus primeros consejos de ministros cambie de cuajo la configuración actual del Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de Cádiz, donde se mantiene la primacía de la Junta de Andalucía, en manos de sus adversarios socialistas. En vísperas de la efeméride, sería difícil de explicar la supresión de dicho organismo pero, con la que está cayendo, cualquiera sabe.

También el Partido Popular celebrará congreso en febrero. Sin embargo, nadie va a llevar la voz discordante en lo que constituirá presumiblemente todo un paseo militar de las actuales cúpulas del partido conservador. ¿Qué fue de aquellos pulsos del pasado entre Teófila Martínez y Javier Arenas? Qué tiempos. Ahora, habido cuenta de la transición entre el bipartidismo y el monopartidismo en este país, habrá que empezar, por cierto, a hablar del rodillo de las gaviotas.