Del emblema de Vicasa hasta Bouncopy, pasando por la azucarera

Jerez Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aunque el goteo es constante, hay cierres de empresas que se sienten como la pérdida de un símbolo de la ciudad. El ejemplo más claro en Jerez en estos últimos cinco años ha sido la fábrica de botellas, Vicasa, que además de destruir más de un centenar de puestos de trabajo, dejó como testigos de otras épocas los tres hornos que se distinguen perfectamente en cualquier panorámica de la localidad.

El único que seguía funcionando se apagó en diciembre de 2009 tras varios meses de lucha de la plantilla por su mantenimiento y muchos de los trabajadores que vivían de su actividad se marcharon a Sevilla, otros se prejubilaron y otros –unos 40, según Trillo, de empresas auxiliares– siguen aún inscritos en el SAE.

Pero la lista de empresas que se han quedado en el camino es larga: azucarera de Guadalcacín (ya solo queda la de El Portal en toda Andalucía), Central Lechera, Rianal, Panrico, Coca-Cola, La Casera–Shwepps, Talleres Núñez, Metal Cover (dedicado a la pintura de botellas), Jerezana de Industrias Eléctricas, Serviser, Casimsa, Dorothy Perkins, Bouncopy y ya más recientemente, la Escuela de Relaciones Laborales, a la que solamente le queda un curso para cerrar sus puertas.

La teleoperadora Bouncopy es otro ejemplo de destrucción importante de empleo de una tacada: casi 500 trabajadores, en su mayoría jóvenes, que vieron truncados sus proyectos. Su estancia en la ciudad fue corta pero, junto con Qualytel, habían supuesto un escape para muchos jóvenes.