tribunales

Murdoch aporta un millón propio a la indemnización récord por las escuchas

News International’ ha destinado un fondo de 22 millones de euros para 4.000 víctimas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El grupo británico News International está a punto de llegar a un acuerdo para indemnizar con unos 3,4 millones de euros a la familia de una víctima de las escuchas ilegales, en un intento de amortiguar los efectos de un escándalo que ha puesto contra las cuerdas al imperio mediático fundado por el magnate Rupert Murdoch. La millonaria cifra ofrecida a los padres de la niña de 13 años Milly Dowler no tiene precedentes en litigios de invasión de privacidad en Reino Unido y es la más elevada ofrecida hasta la fecha por el desacreditado grupo, que ha destinado un fondo de 22 millones de euros para compensar a las cerca de 4.000 potenciales víctimas de las intercepciones telefónicas.

El caso de Milly Dowler evidenció la falta de escrúpulos de ‘News of The World’, el dominical estrella de News International. La joven fue asesinada en 2002 y, según se desveló en julio pasado, su teléfono móvil fue intervenido mientras la Policía investigaba el crimen. El autor de las escuchas borró incluso mensajes para liberar espacio en el buzón de voz, dando esperanzas a la familia de que la niña seguía viva y confundiendo las pesquisas policiales. La confirmación de que la víctima de un crimen había estado en el objetivo de empleados de News International provocó al cierre del rotativo y una cadena de dimisiones de altos ejecutivos del grupo.

La indemnización que negocia la familia Dowler incluye una donación personal de Rupert Murdoch, estimada por encima del millón de euros, que se destinará a fundaciones benéficas. Es el último acto de contrición del magnate, quien se disculpó meses atrás por el alarmante abuso de su división británica.

Por otra parte, Scotland Yard ha demandado al diario que identificó a la misma niña entre las víctimas de ‘News of The World’. En una actuación extraordinaria apoyada en la legislación de Secretos Oficiales, que se aplica en casos de espionaje y seguridad nacional, la Policía reclama a ‘The Guardian’ la identidad del contacto que le ayudó a descubrir que el dominical había pinchado el teléfono de Milly Dowler. El diario se ampara en la ética profesional y se negará a desvelar sus fuentes en la vista judicial prevista para el viernes.