nuevos recortes

El FMI reclama nuevas medidas de austeridad a una España que crecerá menos

Elena Salgado reconoceque las previsiones económicas del Gobierno para este año no se cumplirán

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La gravedad de la crisis en la zona euro y la extrema debilidad mostrada por Estados Unidos llevan al mundo a una «peligrosa nueva fase», con los dos grandes bloques económicos del planeta deslizándose hacia otra recesión. Las serias amonestaciones lanzadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI)se concretaron en el informe Perspectivas Económicas Mundiales, en el que la institución realiza un sombrío pronóstico de lo que queda de 2011 y el conjunto del año próximo.

Para España, ha mantenido sin cambios su estimación de crecimiento del 0,8% para este año, mientras rebaja en medio punto, desde el 1,6% al 1,1%, la de 2012. Son previsiones inferiores a las proyecciones del Gobierno, que todavía mantiene oficialmente el crecimiento de esos años en el 1,3% y el 2,3%, respectivamente. En su informe semestral, el Fondo vaticina también que la tasa de desempleo subirá al 20,7% en 2011 (tras el 20,1% de 2010) y bajará al 19,7% en 2012, mientras que el Ejecutivo había calculado un 19,8% este año y un 18,5% el próximo.

La ministra de Economía, Elena Salgado, salió al paso de los datos sin cuestionar la mayor admitiendo que el país crece más despacio de lo deseable. Aceptó, no obstante, que si Gobierno tuviera que reformular su previsión de crecimiento para 2011, lo más probable es que no llegara al 1,3% fijado. «Nos estamos recuperando más lentamente de lo que quisiéramos, en particular en lo que se refiere al empleo, que es el principal problema que tenemos». En líneas generales, el pronóstico del FMI para la economía española coincide más con el realizado por el Banco de España y la agencia de calificación Standard & Poor’s, que esperan un crecimiento del 0,8% en 2011, o la del instituto de estudios BBVA Research, que augura un 0,9%.

La institución cree que España cumplirá su objetivo de reducción del déficit de 6,1% del PIB a apenas una décima de distancia de lo comprometido. Pero estima que las cuentas de las administraciones públicas presentarán unos números rojos equivalentes al 5,2% en 2012, cuando el Gobierno tiene previsto limitarse al 4,4% para alcanzar el 3% en 2013. Por esta razón, el FMI cree que España «todavía tiene que identificar nuevas medidas para alcanzar los objetivos fiscales a medio plazo». En otras palabras, el organismo internacional insta a las autoridades a aplicar reformas fiscales que generen más ingresos, o a llevar a cabo nuevos recortes de gasto.

«Consenso social»

No obstante, el informe reconoce los esfuerzos realizados. Paolo Mauro, miembro del departamento de Asuntos Fiscales del FMI, destacó especialmente la reforma de la Constitución para incluir un límite al déficit, ya que se logró con un «gran consenso social» y se hizo «muy rápidamente».

Las proyecciones del FMI ensombrecen las expectativas de recuperación de la economía española, basadas en el sector exterior, y concretamente en la llegada de turistas y las exportaciones, dos factores estrechamente dependientes de la marcha de las economías de los países socios. Para el conjunto de la zona euro, el organismo internacional rebaja sus previsiones de crecimiento –del 2% al 1,6%, este año y del 1,7% al 1,1% en 2012– y avisa que si la crisis de deuda en los países periféricos continúa propagándose, hundirá la estabilidad financiera global.

«Tras un primer trimestre con cifras alentadoras, el crecimiento en los países del euro cayó vertiginosamente en el segundo trimestre de 2011, en parte debido a la presión de los altos precios de las materias primas sobre los ingresos reales y al continuo ajuste fiscal, pero también por los efectos de la crisis en la confianza de los consumidores y empresarios, incluso en los países centrales europeos», señala el informe.

Para el organismo las turbulencias financieras actuales son un obstáculo para la actividad económica al provocar un descenso en la confianza y la financiación. Si bien las políticas fiscales previstas en las economías de la Eurozona son apropiadas, entiende que son necesarias más reformas. En este sentido, el FMI destaca que una «rápida implementación» de los acuerdos de la cumbre europea del 21 de julio pasado «serán fundamentales para recuperar la credibilidad».